Kurt von Schleicher

Este militar alemán, que fue el último Canciller de Alemania durante el tiempo tan convulsionado políticamente que se mantuvo en el período de la República de Weimar, había nacido en Brandemburgo, Alemania, el 4 de abril de 1882 y falleció el 30 de junio de 1934, durante la famosa Noche de los Cuchillos Largos u Operación Colibrí. Su nombre completo era Kurt Ferdinand Friederich Hermann von Schleicher.

Coherentemente con su origen prusiano, Schleicher concebía una sociedad ordenada, con altos y precisos niveles de disciplina orientados y mantenidos por el ejército que, según él, tenía la obligación social de unificar todos los elementos de la sociedad, por lo que se convirtió en un severo crítico durante la época de Weimar que se distinguió por una marcada decadencia.

Pero mientras en lo social y lo político mantenía conceptos muy rígidos, en materia económica era bastante moderado, cuando se opuso a las políticas de ayudas para los nobles terratenientes de la Elbia Oriental o las Ayudas del Este u Osthilfe para aquellos estados que estaban en bancarrota.

Pero su ascensión política importante se dio al terminar la Primera Guerra Mundial cuando consiguió uno de los cargos más importantes dentro del Reichwehr, que era el nombre con el que se denominaba al ejército alemán en esa época, siendo el enlace principal entre los oficiales del gobierno civil y el ejército. Mantenía unas importantes redes de informantes que le permitían conocer lo que los otros departamentos del gobierno estaban planeando y gracias a ese conocimiento se le designó para que encabezara el Ministeramt, que era la Oficina de Asuntos Políticos.

Con gran habilidad política, mantiene un perfil secundario y de esta manera alcanza gran importancia, inicialmente dentro del Movimiento Revolucionario Conservador de Alemania, que lo lanza, como era lo que él esperaba, dentro del gabinete del presidente del gobierno de Heinrich Brüning entre 1930 y 1932, ayudando al Ministro de Defensa del momento, el general Wilhelm Groener. Aprovechando su cargo, se acercó al presidente Paul von Hindenburg, con quien tejió una estrecha relación, lo que le provocó conflictos tanto con Brüning y Groener, tejiendo alrededor de ellos una serie de intrigas que finalmente producen la caída del gobierno de Brüning en mayo de 1932.

Como consecuencia de la salida de Brüning del gobierno, Schleicher se convierte en Ministro de Defensa, bajo la orientación del nuevo canciller Franz von Papen, nombre que él mismo le había sugerido al presidente, en la firme convicción de que Papen seguiría las indicaciones y pautas que él le sugiriera. Papen en un discurso radiofónico declaró su rechazo absoluto a una dictadura militar y a un posible gobierno títere, manejado tras bambalinas por la fuerza militar, lo que genera el conflicto entre Schleicher y Papen y ante el fracaso en las elecciones de noviembre de 1932, Papen se ve obligado a renunciar, siendo nombrado Canciller de Alemania, el propio Schleicher.

Con la seguridad de que obtendría el respaldo de la mayoría en el parlamento, el Reichstag, intenta atraer a los sindicatos cercanos a los socialdemócratas, los sindicatos cristianos y al ala más próxima a la izquierda del famoso Partido Obrero Nacional Socialista Alemán que era dirigido por Gregor Strasser que ya estaba enfrentado a Hitler. Esos acercamientos fueron infructuosos y todos los posibles aliados terminaron dándole la espalda.

Mientras tanto, Papen se dedicó a “endulzarle” el oído al anciano presidente Hinderburg que se mostraba molesto con Schleicher por haberse acercado al Partido Socialdemócrata y lo convence de que lo destituya y nombre como canciller a Hitler, en coalición con los nacionalistas. A pesar de que Hindenburg nunca había querido incluir a Hitler en su gabinete, cede ante la presión de Papen y el consejo de su propio hijo Oskar von Hinderburg.

Hitler en la purga de sus enemigos y críticos, ordena el asesinato de Schleicher y su mujer durante la Noche de los Cuchillos Largos el 30 de junio de 1934, junto con los supuestos enemigos del régimen nacionalsocialista. Fue su hijastra de apenas dieciséis años quien encuentra los cadáveres.