Manuel de Godoy
- (1767 - 1851) Manuel de Godoy Álvarez de Faria Ríos Sánchez Zarzosa, Príncipe de la Paz y de Basano, Duque de Alcudia y de Succa
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Datos sobre Manuel de Godoy
| Nació: | 12 Mayo 1767 | España |
| Falleció: | 04 Octubre 1851 |
| Signo del zodiaco: | Tauro |
Biografía de Manuel de Godoy
Manuel de Godoy Álvarez de Faria Ríos Sánchez Zarzosa, Príncipe de la Paz y de Basano, Duque de Alcudia y de Succa nació el 12 de mayo de 1767 en Castuera, España. Favorito real y dos veces primer ministro, su desastrosa política exterior contribuyó a una serie de infortunios y derrotas que culminó con la abdicación del rey Carlos IV y la ocupación de España por los ejércitos de Napoleon Bonaparte.
Nacido en una antigua pero pobre familia noble, Godoy siguió a su hermano a Madrid en 1784 y, como él, entró en la guardia real. Atrajo la atención de María Luisa de Parma, esposa del heredero al trono, y pronto se convirtió en su amante. Cuando su marido ascendió al trono en 1788 como Carlos IV, la dominante María Luisa le convenció de ascender a Godoy en rango y poder; así, para 1792 se convirtió en mariscal de campo, primer secretario de Estado, y Duque de Alcudia. A partir de entonces Godoy dominó sobre la familia real, ayudado por su naturaleza maleable, astuta y lisonjera, escasa o raramente débil.
Cuando Godoy fue nombrado primer ministro en 1792, su primera tarea fue tratar de salvar al rey francés Luis XVI de la guillotina. Cuando esto falló, estalló la guerra entre Francia y España (1793). Los iniciales éxitos españoles fueron seguidas por derrotas, y Godoy negoció la Paz de Basilea (1795), por lo cual, su agradecido soberano le otorgó el título de Príncipe de la Paz.
Godoy cedió a la presión francesa y colaboró al mando de las fuerzas españolas en una invasión de Portugal, aliado de Inglaterra, en las tres semanas de la Guerra de las Naranjas. Después de la capitulación portuguesa, Napoleón sacrificó los intereses españoles en el Tratado de Amiens, firmado con Inglaterra en 1802. Comenzó entonces a formarse un partido de oposición a Godoy, alrededor del heredero Fernando (más tarde Fernando VII), impulsado por el creciente descontento con la dirección de los asuntos nacionales.
Cuando la guerra entre Francia e Inglaterra se encendió nuevamente en 1803, Godoy logró mantener la neutralidad hasta diciembre de 1804, cuando guió a España a unirse a Francia una vez más, en la declaración de guerra a Inglaterra. Diez meses más tarde el poder naval español fue destruido por completo en la batalla de Trafalgar. Las relaciones con Napoleón mejoraron gradualmente, y en el secreto Tratado de Fontainebleau (1807), en el que España y Francia acordaron la partición de Portugal, se le ofreció a Godoy el reino de Algarve, en el sur de Portugal. Varios meses más tarde, sin embargo, España supo que Francia planeaba apoderarse de algunas de sus provincias del norte.
La corte, que buscaba establecer un gobierno en el exilio, intentó huir del país, pero en Aranjuez una turba leal a Fernando, casi da muerte a Godoy y obligó a Carlos IV a abdicar en favor de su hijo. A continuación, Godoy fue detenido por Fernando, y en mayo de 1808 los tres- Godoy, Fernando, y Carlos- fueron atraídos a la frontera con Francia, donde se convirtieron en prisioneros de Napoleón. Godoy se quedó con Carlos en Roma hasta la muerte del ex rey en 1819. Después vivió en la oscuridad en París manteniéndose con una modesta pensión real francesa, hasta 1847, cuando Isabel II de España restauró sus títulos y le devolvió algunas de sus propiedades confiscadas.
Pocos años después, el 4 de octubre de 1851, Manuel de Godoy falleció en Paris, Francia.
Nacido en una antigua pero pobre familia noble, Godoy siguió a su hermano a Madrid en 1784 y, como él, entró en la guardia real. Atrajo la atención de María Luisa de Parma, esposa del heredero al trono, y pronto se convirtió en su amante. Cuando su marido ascendió al trono en 1788 como Carlos IV, la dominante María Luisa le convenció de ascender a Godoy en rango y poder; así, para 1792 se convirtió en mariscal de campo, primer secretario de Estado, y Duque de Alcudia. A partir de entonces Godoy dominó sobre la familia real, ayudado por su naturaleza maleable, astuta y lisonjera, escasa o raramente débil.
Cuando Godoy fue nombrado primer ministro en 1792, su primera tarea fue tratar de salvar al rey francés Luis XVI de la guillotina. Cuando esto falló, estalló la guerra entre Francia y España (1793). Los iniciales éxitos españoles fueron seguidas por derrotas, y Godoy negoció la Paz de Basilea (1795), por lo cual, su agradecido soberano le otorgó el título de Príncipe de la Paz.
Para fortalecer los lazos con Francia, Godoy negoció una alianza contra Inglaterra en el Tratado de San Ildefonso (1796). La guerra se declaró pronto, y España sufrió una importante derrota naval frente al cabo de San Vicente. Francia demostró ser un aliado infiel y mostró pocos escrúpulos en traicionar los intereses españoles. En 1798 Godoy fue removido de su cargo, pero aún en retiro temporal, no dejó de disfrutar del favor real y de ejercer una gran influencia. Cuando fue restablecido en 1801, la guerra con Inglaterra todavía rugía y Napoleón era dictador de Francia.
Godoy cedió a la presión francesa y colaboró al mando de las fuerzas españolas en una invasión de Portugal, aliado de Inglaterra, en las tres semanas de la Guerra de las Naranjas. Después de la capitulación portuguesa, Napoleón sacrificó los intereses españoles en el Tratado de Amiens, firmado con Inglaterra en 1802. Comenzó entonces a formarse un partido de oposición a Godoy, alrededor del heredero Fernando (más tarde Fernando VII), impulsado por el creciente descontento con la dirección de los asuntos nacionales.
Cuando la guerra entre Francia e Inglaterra se encendió nuevamente en 1803, Godoy logró mantener la neutralidad hasta diciembre de 1804, cuando guió a España a unirse a Francia una vez más, en la declaración de guerra a Inglaterra. Diez meses más tarde el poder naval español fue destruido por completo en la batalla de Trafalgar. Las relaciones con Napoleón mejoraron gradualmente, y en el secreto Tratado de Fontainebleau (1807), en el que España y Francia acordaron la partición de Portugal, se le ofreció a Godoy el reino de Algarve, en el sur de Portugal. Varios meses más tarde, sin embargo, España supo que Francia planeaba apoderarse de algunas de sus provincias del norte.
La corte, que buscaba establecer un gobierno en el exilio, intentó huir del país, pero en Aranjuez una turba leal a Fernando, casi da muerte a Godoy y obligó a Carlos IV a abdicar en favor de su hijo. A continuación, Godoy fue detenido por Fernando, y en mayo de 1808 los tres- Godoy, Fernando, y Carlos- fueron atraídos a la frontera con Francia, donde se convirtieron en prisioneros de Napoleón. Godoy se quedó con Carlos en Roma hasta la muerte del ex rey en 1819. Después vivió en la oscuridad en París manteniéndose con una modesta pensión real francesa, hasta 1847, cuando Isabel II de España restauró sus títulos y le devolvió algunas de sus propiedades confiscadas.
Pocos años después, el 4 de octubre de 1851, Manuel de Godoy falleció en Paris, Francia.
Vida profesional de Manuel de Godoy
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