Político español. Realizó sus estudios en Valladolid. Posteriormente
estudió Jurisprudencia en Madrid, en la Universidad Central. Culminando en dos años, para luego seguir
Leyes, y licenciándose en 1857. Ejerció como
Diputado Provincial y luego, gracias a dicha experiencia fue
Diputado Nacional del Partido Progresista (1858).
Participó en la
rebelión del cuartel de San Gil (1866), siendo condenado a muerte, por lo que
se marchó de España. Confabulando ardides contra Isabel II. Al lograr la victoria en la
revolución de septiembre (1868), señaló que los progresistas se conduzcan bajo la democracia.
Asumió el
ministerio de Fomento durante el gobierno efímero de
Francisco Serrano (1868). Instituyó la libertad para enseñar y dictaminó la implementación de las bibliotecas y archivos religiosos al Estado. También
realizó cambios en el currículo universitario. Integró el gobierno de
Juan Prim, asumiendo el
ministerio de Gracia y Justicia (1869).
Se le seleccionó como
Presidente de las Cortes Constituyentes y nombró a
Amadeo de Saboya como rey de España (1870). Además encabezó el
Partido Radical y se posicionó del cargo presidencial por dos periodos.
Durante el tiempo de la
Restauración (1874) no tuvo otra salida más que seguir con su exilio, al estar beligerante con
Cánovas. Con respecto a
Alfonso XII tenía una aversión tajante, al igual que contra la Restauración.
Fue partícipe del
Partido Reformista Republicano (1876), formado por Nicolás Salmerón. No obstante, sus adversidades lo condujeron a formar el
Partido Republicano Progresista (1880-1903). Durante el primer periodo del régimen canovista
intentó defenestrar la monarquía bajo el canal de un pronunciamiento militar.
Promovió la fundación de la
Asociación Republicana Militar (1883). Intentó en vano conseguir el apoyo de los republicanos franceses. Además tuvo un prominente rol en diversos pronunciamientos:
Badajoz (1883),
Cartagena (1886), y de igual manera en el del General Villacampa, en
Madrid (1886).
Estuvo cerca de
Nicolás Salmerón habiendo creado la
Unión Republicana (1893). Tuvo un protagonismo dirigido en la sociedad civil, donde enfatizó la necesidad de orden y autoridad. Al morir (1895),
el partido se dividió. Esparciéndose las fuerzas republicanas como una diáspora.