Masolino

Nacido en 1383 en Panicale, cerca de Perugia, Romaña, Masolino, también llamado Masolino da Panicale cuyo nombre original era Tommaso di Cristoforo Fini, fue un pintor que logró un compromiso entre el estilo gótico internacional y el estilo avanzado del Renacimiento temprano de su época, y que debe su prominencia en la historia del arte florentino no por sus innovaciones sino por su estilo lírico y su infalible maestría.

Masolino procedía del mismo distrito de Toscana que su joven contemporáneo Masaccio, con quien su carrera estuvo estrechamente ligada. Formado en un taller florentino, posiblemente el de Gherardo Starnina, parece haber sido antes de 1407 miembro del taller de Lorenzo Ghiberti. Sus primeras obras incluyen la “Madonna de la humildad”, probablemente pintada alrededor de 1424, y una “Virgen y el Niño” fechada en 1423. En 1424 recibió el pago por los frescos de Santo Stefano en Empoli (en gran parte destruidos).

La primera obra conocida que muestra la antítesis fundamental entre el estilo gótico tardío decorativo de Masolino y el estilo renacentista temprano más progresista de Masaccio es una “Virgen y Niño con Santa Ana” (alrededor de 1420). Se piensa que este trabajo puede ser el resultado de una colaboración entre ambos artistas.

La influencia en Masolino de la personalidad más fuerte y decidida de Masaccio alcanzó su punto culminante en los frescos de escenas de la vida de San Pedro en la Capilla Brancacci de la Iglesia del Carmine en Florencia. Ha habido muchas opiniones sobre las respectivas participaciones de los dos artistas en este importante ciclo. Es probable que los frescos fueran encargados a Masolino hacia 1425 y que en esta época pintó algunas escenas perdidas en el registro superior de las paredes de la capilla. A partir de entonces trabajó en Hungría, de la que regresó en 1427 para emprender, junto con Masaccio, los frescos restantes de la capilla. Para entonces, el equilibrio de énfasis dentro del estudio se había desplazado hacia Masaccio, y Masolino era responsable de un solo fresco, el de “San Pedro rezando”, en la pared del altar, y tres escenas en la pared derecha, la “Caída de Adán y Eva”, la “Sanación del cojo” y la “Resurrección de Tabita”, donde el esquema de perspectiva parece haber sido elaborada y en parte realizada por Masaccio.

El trabajo en los frescos de Brancacci se abandonó en 1428, y probablemente en este momento Masolino recibió el encargo de un ciclo de frescos en la Capilla de Santa Catalina en la iglesia de San Clemente en Roma y posiblemente ejecutó su tríptico de doble cara para Sta. Maria Maggiore en Roma. Los dos paneles centrales de este retablo, que representan la fundación de Sta. Maria Maggiore y la Asunción de la Virgen, se encuentran entre las pinturas sobre tabla más distinguidas de Masolino. 

La muerte de Masaccio en Roma en el otoño de 1428 marca un punto de inflexión en la carrera de Masolino, y la historia de su desarrollo posterior es la de un regreso progresivo al idioma gótico de su juventud. Esto es evidente inicialmente en los frescos de San Clemente (donde la construcción del espacio es una vez más decorativa y sistematizada) y posteriormente en un fresco "Virgen y Niño" en San Fortunato en Todi (1432) y en ciclos de frescos en el Baptisterio (completado 1435) y Collegiata en Castiglione Olona. Los amplios panoramas en los fondos de la “Crucifixión” en el muro del altar de San Clemente y el “El bautismo de Cristo” en Castiglione Olona son hitos en la historia de la pintura de paisajes. Con su tonalidad clara y figuras elegantes y rítmicas, las escenas de Masolino en el Baptisterio y la Colegiata forman dos de los ciclos de frescos más fascinantes del siglo XV.