Max Planck

Nacido  el 23 de abril 1858 en Kiel (Alemania), provenía de una muy rica y culta familia, entre sus antepasados se cuentan eminentes juristas y ministros protestantes versados en teología; particularmente, su padre era un profesor de derecho  muy respetado.

En 1867 se mudó con su familia a Munich, poco antes de la unificación de Alemania; el ya pequeño genio asistió primera al Gimnasio de Munich, donde tuvo la suerte de conocer a un excelente profesor de física que le inculcó, entre otras cosas, el principio de conservación de la energía; luego estudió en las Universidaddes de Munich y Berlín.

Gracias a sus aptitudes, obtuvo la cátedra de física en la Universidad de Kiel en 1885, con sólo veintiocho años de edad. Posteriormente, desde 1889 hasta 1928 trabajó en la Universidad de Berlín continuando con la enseñanza y la investigación.
Con el transcurso del tiempo, Planck se convirtió en uno de los más importantes físicos alemanes. En 1900, durante su investigación sobre la radiación emitida por los cuerpos negros, una superficie ideal que absorbe toda la energía incidente, avanzó sobre la hipóteis que la energía era irradiada no, según lo sugerido por la física clásica, es decir, en la forma de ondas continuas, sino en cantidades discretas, en "paquetes", que el físico llamó "cuántos".

En poco tiempo, Planck se convirtió en secretario de la Academia de Ciencias de Berlín y uno de los máximos exponentes de la ciencia alemana oficial. Sin embargo, no obstante su fama, muy pocos de sus alumnos lo seguían, aunque sí se puede decir con certeza que casi todos  se convirtieron en científicos  de relieve.

Hay que decir, en todo caso, que a la luz de lo que conocemos hoy, la teoría de Planck en realidad no tuvo ni el éxito ni la importancia que merecía. Aunque revolucionaria la teoría fue formulada sobre bases empíricas y matemátics y, por tanto,  se considera principalmente una hipótesis útil para explicar los fenómenos difíciles de interpretar. El valor de la hipótesis de Planck se hizo bastante más claro algunos años más tarde, por la actividad de Albert Einstein, que con su trabajo pudo destacar su importancia en el adecuado sentido físico.

En cualquier caso, también es innegable que la teoría de Planck, produjo al menos una revolución conceptual en los estudios sobre la naturaleza, introduciendo el concepto de "discontinuidad" en muchos campos de la física, mediante la imposición de un cambio radical en la descripción de los fenómenos. Y no hay que olvidar que, por esta teoría, en 1918, Planck obtuvo el Premio Nobel.

Si los éxitos profesionales de Planck fueron asombrosos, la vida del científico fué bastante más desgraciada  y oscurecida por duelos familiares muy dolorosos. Perdió a su primera esposa en 1909 y tres de sus cuatro hijos murieron durante la Primera Guerra Mundial. Más tarde se volvió a casar y tuvo otro hijo. El último hijo sobreviviente de su primer matrimonio, fue asesinado por los nazis por haber participado en la conspiración contra Hitler en 1944 y, siendo ya muy anciano, perdió su casa en un ataque aéreo. Al final de la guerra fue llevado a Göttingen, donde murió el 4 de octubre de 1947.