Miguel Aceves Mejía nació el
13 de noviembre de 1915 en Chihuahua, desde niño trabajó como bolero, vendiendo periódicos y luego como mecánico. Durante su adolescencia, y pese a ser tartamudo, descubrió que tenía facilidad para cantar. Las primeras presentaciones de Aceves fueron en su ciudad natal, así en Monterrey y posteriormente en Los Ángeles donde grabó su primer disco. Luego viajó a la Ciudad de México donde luchó por entrar a la XEW, primero como cantante de boleros y posteriormente como intérprete de temas rancheros.
El talento y estilo interpretativo que tenia Aceves le abrieron las puertas del éxito, muestra de ello son las más de dos mil canciones que grabó y que lo consagraron como
El rey del falsete. A pesar de no ser guapo como los galanes de la época, su popularidad y carisma, lo llevaron a incursionar en el cine y su primera película fue
Rancho Alegre (1940), en la que al final interpreta el tema musical de la historia, esta fue la primera de medio centenar de cintas filmadas tanto en México como en Argentina y España.
Sus primeras incursiones fueron sólo como cantante e incluso doblando la voz de
José Pulido en la cinta De pecado en pecado (1947). Después de su intervención en diez cintas, en 1954 debuta estelarmente en la película
A los cuatro vientos, junto a
Rosita Quintana.
Tal fue la aceptación de Miguel y Rosita como pareja, que los productores decidieron reunirlos en otras películas como: Que seas feliz (1956); Mi niño mi caballo y yo (1958); ¿Dónde estás corazón? y Paloma brava, estas filmadas en 1960.
Miguel Aceves Mejía trabajó al lado de las grandes figuras del cine mexicano: Con
Lola Beltrán compartió créditos en: Rogaciano el huapanguero y Guitarras de media noche , ambas de 1957, Así como con {
@bio:Libertad Lamarque} en:
Historia de una amor (1955) Cuatro copas (1957) y Sabrás que te quiero (1958). Con
María Felix cantó a dúo en
Camelia (1953) y también actuó con ella en Si yo fuera millonario (1962). Mientras que con
Marga López intervino en
Camino de la horca (1961) y Bajo el cielo de México (1957).
Una de las películas más importantes de Aceves Mejía fue Música de siempre (1956), una de las producciones más ambiciosas de la época, que reunió a Aceves con figuras de la música como
Riz Ortolani ,
Katina Ranieri,
Amalia Rodríguez ,
Ima Zumac y
Edith Piaf.
La popularidad que logró con sus discos y sus películas lo llevó al extranjero y en Argentina, donde alcanzó gran aceptación, filmó: ¿Qué me toquen las golondrinas! (1956), Amor se dice cantando (1957) y ¡Viva quien sabe querer! (¡959). En España compartió créditos con
Lola Flores en ¡Échame a mí la culpa! (1958) y en Tú y las nubes (1955).
Miguel Aceves Mejía ya no se encuentra físicamente entre nosotros, pero su música y sus películas lo mantienen presente en la memoria del público que lo llevó a la gloria. Este interprete de la música mexicana dejó de existir un
6 de noviembre del 2006, de una fuerte neumonia.