Miguel Alemán Valdés

Político mexicano nacido en mil novecientos, llegó a la presidencia de los Estados Unidos Mexicanos durante seis años, cuya legislatura se recuerda por industrializar el país y crear una Ciudad Universitaria en la Universidad Nacional Autónoma de México, que hace algunos años fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

Hijo primogénito del líder del movimiento revolucionario de Veracruz con su segunda esposa, comenzó a estudiar en una escuela rural para pasar después a la escuela primaria, que tampoco aportaba mayor calidad a las instalaciones educativas. Desde pequeño tuvo contacto con los indígenas de lengua mixeana, que él mismo aprendió a hablar, además de otras costumbres de los indígenas como montar a caballo, lo que le resultó muy útil para aportar su grano de arena a la economía familiar como guía del lugar y repartidor de leche.

Su familia tuvo que mudarse muchas veces debido a la condición en la que se encontraba su padre hasta que este fue ascendido a la categoría de jefe de armas en su localidad. Ya estabilizada un poco su situación, Alemán pudo continuar con su educación en la escuela primaria de Orizaba y más adelante en un prestigioso colegio.

Sin embargo la familia tuvo que volver a mudarse para que el joven continuara con sus estudios, razón por la que se establecieron en Ciudad de México para que estudiara bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria, aunque por necesidades de aforo se le estableció en una clase especial en la que se alojó a aquellos estudiantes que no habían podido cursar su educación en la capital. Por avatares de la vida se vio obligado a suspender las clases por dos ocasiones. Aun así se las arregló para aprender inglés y matricularse en la Escuela de Juristas donde se licenció en derecho.

Movido por su relación con las clases menos favorecidas con las que había convivido, desde el principio se esforzó por proteger los derechos de los trabajadores, luchando contra las grandes compañías mineras para que reconocieran como enfermedades profesionales problemas como la silicosis.

Su labor y sus esfuerzos le valieron para ser nombrado auxiliar del Secretario de Agricultura y Fomento, puesto que abandonó después para crear junto a algunos compañeros de estudios su propio bufete de abogados defendiendo trabajadores y encabezando la representación de los sindicatos del Petróleo y la Minería, además de tratar de colaborar con los sindicatos del transporte.