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Nació: | 29 Septiembre 1864 | España |
Falleció: | 31 Diciembre 1936 |
Signo del zodiaco: | Libra |
Miguel de Unamuno nació el día 29 de septiembre de 1864 en Bilbao, en el seno de una familia de comerciantes del casco antiguo de dicha ciudad. Terminado el bachillerato, se doctoró en Filosofía y Letras, tras lo cual empieza a trabajar como profesor de latín en un colegio, al mismo tiempo que empieza a colaborar con el “Noticiero de Bilbao”, escribiendo diversos artículos para el mismo.
En el año 1891 obtiene una cátedra de griego en la Universidad de Salamanca, siendo nombrado más tarde rector de la misma. A partir del momento de instalarse en esta ciudad empezó a frecuentar el Café Novelty, punto de encuentro de escritores y artistas.
Por su ideología política es destituido en 1914 del cargo de rector, recuperándolo más adelante por dos veces más. Sus ataques al rey y a Primo de Rivera le supusieron varias condenas, entre ellas una de 16 años de cárcel que no se llegó a ejecutar y otra de destierro a Fuerteventura, indultado más delante de esta última, momento en el que tomó la decisión de marchar a Francia.
No volvió a Salamanca hasta la caída de Primo de Rivera, momento en que salió elegido concejal. Fue él quien declaró en Salamanca la proclamación de la República. Con la entrada de las tropas fascistas a Salamanca, Unamuno es destituido como rector, y pasa los últimos días de su vida bajo arresto domiciliario, muriendo el 31 de diciembre de 1936. A pesar de estas tristes circunstancias en el momento de su muerte, en su funeral se intentó dar una imagen distorsionada del escritor, describiéndolo como una persona de ideología falangista.
De entre lo más destacable de su extensa obra en prosa podemos destacar: “Paz en la guerra”, “El espejo de la muerte”, “Niebla”, posiblemente su novela más popular, “La tía Tula”, “Tres novelas ejemplares y un prólogo”. En poesía destacan “El Cristo de Velázquez” y “Los Salmos”.
De entre sus ensayos, podemos citar “En torno al casticismo”o “Vida de Don Quijote y Sancho”, destacando entre sus obras más puramente filosóficas “La agonía del cristianismo” o “Del sentimiento trágico de la vida”.
Perteneciente a la generación del 98, Miguel de Unamuno refleja en su obra lo importante que para él era la familia y la religión, aunque también refleja en sus escritos sus dudas, contagiando al lector de la angustia que sentía ante temas trascendentales como Dios, la vida, la muerte o la eternidad.