Uno de los luchadores más polifacéticos que existe en estos últimos tiempos es sin duda el croata
Mirko Filipovic, conocido en el cuadrilátero como
“CroCop”. Un luchador de los torneos de
Mixed Martial Arts y unos de los pocos que ha ganado torneos de diversas disciplinas como los torneos de K-1, de PRIDE Fighting Championships.
Mirko “CroCop”, el hombre de la
fulminante pierna izquierda, capaz de mandar a la lona a varios, nació un 10 de setiembre de 1974. Su carrera en el ring la inició con el Kick-Boxing en 1996, cuando participaba activamente de un comando en el grupo anti terrorista Alpha de las fuerzas policiales, fue precisamente allí donde recibió el sobrenombre de CroCop.
Su carrera como luchador de Kick-Boxing llegó a su fin cuando lo derrota
Ernesto Hoost y Mirko queda con una costilla rota, allí perdió en el torneo K-1 en 1999. A partir del 2001 empieza a participar en los torneos de Pride, siendo las peleas más sobresalientes contra
Mark Hunt en marzo de 2002, con
Remy Bonjasky en julio de 2002, o
Bob Sapp en abril del 2003.
Su primera derrota sería contra el campeón de los pesos pesados
Antonio Rodrigo Nogueira, quien en el segundo asalto derriba a CroCop y lo obliga a rendirse. No podemos dejar de mencionar la pelea contra el luchador, campeón de peso pesado
Fedor Emelianenko, quien le ganó luego de tres asaltos, manteniendo así su título.
Sus momentos de victoria no han sido eternos ya que ha tenido muy comentadas derrotas como la que sufrió contra el brasileño
Gabriel Gonzaga, quien hizo caer a Mirko con una patada alta que dejó al croata muy lastimado, dando así por terminada la pelea. Tras este fracaso, Mirko a quien siempre se le conoció por su tenacidad y esfuerzo mandó construir en su residencia una jaula como la de los torneos de UFC y con ayuda de destacados entrenadores practicaba diariamente, pero este esfuerzo no le sirvió para derrotar al francés
Cheik Kongo, ya que en el primer asalto se rompió una costilla.
Para el año 2003 Mirko decide involucrarse en la política y consigue un lugar en el parlamento de su país, dentro del partido socialdemócrata, su paso por la política le dejó muchas enseñanzas al igual que logró mejorar el estado del deporte de lucha en su país.