Kenji Mizogouchi, conocido en el mundo del cine como Mizogouchi vivió una triste infancia bajo los maltratos de un padre ambicioso y una madre sumisa, que a pesar de la ambición caen en la más extrema pobreza, de la cual este célebre personaje saco su fuerza y porque no decirlo, también su talento.
Tras la crisis económica de 1904, muchas ciudades de Japón caen en la más profunda pobreza, es precisamente en el año de 1898, un 15 de mayo, que nace Mizoguchi en Tokio, aun siendo muy pequeño su familia se ve forzada a irse a uno de los barrios más pobres de Tokio, llamado Asakusa, es allí donde pasa gran parte de su infancia ayudando a su padre en el trabajo de carpintería y ocultándose de los momentos de violencia de su progenitor, quien muchas veces derrochaba su ira contra su madre y su joven hermana, a quien vendió como Geisha, para poder alimentar a su familia por un tiempo.
Debido a los conflictos familiares y a la inestabilidad económica en su hogar, Mizoguchi no pudo continuar la escuela y entro a trabajar como ayudante de un pintor de tela, encontrando en este arte su primera pasión. Es así como decide ingresar a la escuela de pintura y empezar a trabajar como ilustrador de publicidades, lo que ahora se le conoce como diseñador publicitario. Ya en el año 1920 ingresa al mundo del cine como ayudante del director y solo bastaron dos años para que dirija su primera película titulada “El día en el que regresó el amor” a partir de entonces su carrera va a acenso dirigiendo más de 70 películas en diez años, pero estas, en su mayoría, fueron adaptaciones de versiones alemanas, que con la Segunda Guerra Mundial se perdieron.
Su notable compromiso por el totalitarismo y por remarcar siempre la problemática de las mujeres de la calle en sus obras lo llevó a fundar su propia productora Daiichi Eida, pero al no tener notoriedad y apoyo quebró casi al poco tiempo. Fue en el año 1936 que, según muchos analistas, recién inicio sus grandes obras con la dirección de “Las hermanas de Guion”. A los pocos años consigue el Premio del Ministerio de Cultura, con la dirección de la película “La historia del último crisantemo”, película con un gran mensaje donde expone el papel de las mujeres en la sociedad del Japón. Con la llegada de la guerra en 1945 sobresalieron sus películas para una de las productoras más importante del Japón: Shochiku, de las cuales sobresalen: “Los leales 47 Ronins”, “La canción de la Victoria” y “La espada Bijomaru”.
Pasados algunos años, luego de la guerra, se empieza a disfrutar de un aire de libertad en Japón, momento que aprovecho Mizoguchi para enviar en sus películas un mensaje a favor de las libertades de la mujer, como el voto femenino en su obra: “La victoria de las mujeres y Arde mi amor”. Pero con la llegada del comunismo su estilo cambio y debió dirigir melodramas con temas de tradición y cultura japonesa.Ya en los años 50 empieza a hacerse conocido a nivel mundial dirigiendo films como: "mujer galante" y "Vida de O-Haru". Ese mismo año fue consagrado en el Festival de Venecia como el “Leon de Oro” por sus famosos “Cuentos de la luna pálida”, “El intendente Sansho” y “Los amantes crucificados”. Muy favorables sus películas ante la critica extranjera, más que nada la Europa.
Lamentablemente, es uno más que muere sin poder ver su éxito en el
año 1956, un 24 de agosto en la ciudad de Kioto, tras padecer un penoso
cáncer a la sangre a sus cortos 58 años. Hoy en día es colocado muy cerca de maestros del cine japonés como: Yasujirō Ozu,
Akira Kurosawa, y Mikio Naruse.