Nelson Algren

 Nacido en Detroit de una familia de clase humilde pero trasladado a Chicago y criado en un barrio de inmigrantes polacos, la vida de Algren se vio fuertemente influenciada por el ambiente de los bajos fondos, algo que se refleja muy bien en sus novelas, que cuentan historias acerca de las víctimas de estos ambientes. Después de graduarse en la Universidad de Illinois empezó a trabajar en el mundo del periodismo y se afilió al Partido Comunista, aunque no tardó en abandonar sus filas.

 Considerado como uno de los mejores autores de los años cuarenta, se le conoce también por haber sido el amante de la escritora y filósofa feminista francesa Simone de Beauvoir.

 Para comenzar a escribir, robó una máquina en una clase abandonada mientras trabajaba como empleado de una gasolinera, lo que le costó cinco meses de cárcel, aunque podían haber sido tres años. Esto marcó aún más si cabe su identidad con las personas humildes y de escasos recursos.

 Su primera novela se publicó en 1935, aunque no fue ningún éxito e incluso el propio autor renegó de la obra por considerarla primitiva y una muestra de ideas de corte radical que ni él mismo comprendía y que no sabía cómo podían estar de moda en ese momento. Con posterioridad reescribió sobre el asunto en otra novela que él mismo aseguró que se trataba de su mejor trabajo.

 La segunda novela de Algren fue alabada por el propio Ernest Hemingway, que la denominó como una obra muy, muy buena, aunque la comunidad polaca de Chicago la denunciaron como propagandística. Incluso se le acusó de favorecer las ideas nazis, sin saber que Algren tenía sangre judía. Incluso consiguieron que la novela se prohibiera y se eliminara de la colección de la Biblioteca Pública de Chicago.

 Algunas de sus obras fueron llevadas al cine, de la que se conoce más El Hombre del brazo de oro, protagonizada por Frank Sinatra, aunque el autor de la novela odiaba la película con todas sus fuerzas y demandó además al director porque no le pagó sus derechos.

 Como periodista se encargó de cubrir la vida de Huracán Carter, acusado de doble asesinato. Para documentarse se desplazó hasta la ciudad natal del boxeador, Paterson, que le causó tan honda impresión que le hizo vender casi todas sus posesiones, abandonar su Chicago natal e irse a vivir a un apartamento en la ciudad de Paterson.