Paul Claudel

En 1890 se embarcó en una larga y brillante carrera en el servicio exterior que lo llevó desde Nueva York a China (durante 14 años), de vuelta a Europa y luego a América del Sur. Siguiendo su carrera literaria, fue embajador francés en Tokio (1921), Washington (1927) y Bruselas (1933).

Mientras viajaba por el mundo, alejado de los círculos literarios de París, elaboró lentamente su concepción teocéntrica del universo y concibió su vocación: la revelación a través de la poesía, tanto lírica como dramática, del gran diseño de la creación. Este desciframiento entusiástico e implacable del cosmos le fue inspirado a los 18 años por una doble revelación: el descubrimiento de las Iluminaciones de Arthur Rimbaud y su repentina conversión al catolicismo romano.

Claudel llegó a su audiencia más grande a través de sus obras simbólicas que sintetizaban poderosamente todos los elementos teatrales, para evocarlos en un solo estado de ánimo, atmósfera e  hilo conductor. Sus héroes eran hombres de acción: generales, conquistadores,  terratenientes. La Ville (publicado en 1890), L'Echange (escrito en 1893) y Le Repos du septième jour (escrito en 1896), todos ellos retratan héroes ardiendo con las lujurias de la carne: orgullo, codicia, ambición, violencia y pasión. Pero Claudel se movia más allá de los apetitos del hombre a lo largo de un camino firme hacia la redención.

En 1900 sufrió una crisis religiosa y decidió abandonar su carrera artística y diplomática y entrar en un monasterio benedictino. Desalentado por la Orden y profundamente decepcionado, abandonó Francia para ocupar un puesto consular en China. A bordo del barco conoció a una mujer polaca casada con la que compartió un amor adúltero en los siguientes  cuatro años, después de lo cual se dejaron mutuamente.

Aunque Claudel se casó con una mujer francesa en 1906, este episodio de amor prohibido se convirtió en un mito importante de sus obras posteriores, comenzando con Partage de midi (publicado en 1906). En esta obra autobiográfica, Claudel aparece desgarrado entre el amor humano y el divino. El conflicto se resuelve en L'Annonce faite à Marie (1912), un misterio medieval en su tono, en el que Claudel expuso el lugar de la mujer en el esquema de Dios. La mujer, hija de Eva, tentadora y fuente del mal, es también hija de María, iniciadora de la búsqueda del hombre por la salvación: tal es la Doña Prouhèze de Le Soulier de satin (escrita en 1924), su obra maestra. El escenario es el mundo católico español del Renacimiento; que llega, a través de Colón, los jesuitas y los conquistadores, hasta los confines de la tierra. Este enorme tapiz es la historia de la búsqueda de la inaccesible Doña Prouhèze (por estar casada) por el aventurero Rodrigue, quien es el característico héroe claudélico mundano, apasionado y depredador. La pareja rechaza la realización sexual y acepta el último sacrificio: la muerte para Prouhèze, la esclavitud para Rodrigue; así, alcanzan la consumación espiritual de su unión.

Otras obras dramáticas de Claudel incluyen la trilogía histórica L'Otage (publicada en 1911), Le Pain dur (1918) y Le Père humilié (escrito en 1916). Ambientada  en la época de la Revolución Francesa, retrata la fe humillada en la persona del Papa. También escribió Le Livre de Christophe Colomb (publicado en 1933), con música de Darius Milhaud y el oratorio Jeanne d'Arc (realizado en 1938), con música de Arthur Honegger.

Sus obras líricas más conocidas y más impresionantes son las ambiciosas y confesivas Cinq grandes odas (1910). Los volúmenes posteriores, que consisten en poemas escritos en varios momentos, carecen de la unidad simbólica que mantiene unidas las odas. Él adoptó muy temprano una línea larga, generalmente sin rima, que vino a ser conocida como el verset claudélien, que fue su especial contribución a la prosodia francesa.

Paul Claudel falleció el 23 de febrero de 1955 en París, Francia.