También conocido como
Karl Gustavovic Faberze, el orfebre y joyero ruso
Peter Carl Fabergé nació en San Petersburgo el 30 de mayo de 1846, hijo de Gustav Faberge, un joyero alemán nativo de Livonia (ahora geográficamente perteneciente al territorio de Estonia) y de Charlotte Jungstedt, de origen danés.
En 1860 la familia se trasladó a Dresde, dejando el negocio de la familia en manos de gerentes de confianza. Peter Carl comenzó sus estudios en el campo de la orfebrería viajando, desde 1864, un poco por toda Europa y conociendo impotantes orfebres de Alemania, Francia e Inglaterra. Perfeccionó sus estudios en París. En 1872, a los 26 años, regresó a San Petersburgo y se casó con Augusta Julia Jacobs.
Después de la muerte de su padre y de su tutor legal, en 1882 se convirtió en dueño de la joyería familiar y adquirió el título de maestro orfebre.
Varias biografías recuerdan a Fabergé como un hombre muy divertido, atento al estilo y la ropa que llevaba, a veces un poco agitado. Siempre viajaba sin equipaje (comprando todo lo que necesita en el sitio) y tenía lapsos de memoria preocupantes y frecuentes.
Fabergé es ampliamente conocido por los preciosos huevos de Pascua realizados en oro, piedras preciosas y otros materiales diferentes, en el período comprendido entre 1885 y 1917.
1882 fue un año decisivo para Faberge. Ese año, de hecho, su obra fue muy apreciada por el zar durante una exposición "Pan-rusa" y fue el mismo zar quien decidió que tenían que ser reconocido oficialmente como un ejemplo de excelencia en el arte.
El primer huevo Fabergé fue comisionado por el zar Alejandro III de Rusia como una sorpresade Pascua para su esposa María Feodorovna. Esta obra de arte está hecho de esmalte blanco opaco, estructurado como una matrioska rusa (o caja china); dentro de este primer huevo, se encuentra una yema toda de oro, que contiene a su vez una pequeña gallina coloeada con oro y esmaltes, cuyos ojos son de rubí. La gallina encierra una réplica en miniatura de la corona imperial que, a su vez, contiene un pequeño rubí con forma de huevo.
La emperatriz estuvo tan feliz con el regalo,que Fabergé fue nombrado por Alejandro III "joyero de la corte"; su siguiente asignación fue la de realizar un regalo de Pascua semejante, en cada año siguiente: la condición del trabajo encomendado al orfebre ruso, fue que cada huevo debía ser exclusivo y contener una sorpresa.
A partir de 1895, el año después de la muerte de Alejandro III y el sucesivo ascenso al trono de su hijo Nicolás II, los huevos producidos por año fueron dos: uno para la nueva zarina Alejandra Feodorovna, y otro para la reina madre. Sólo en los años 1904-1905 no se realizó ningún huevo, debido a las restricciones impuestas por la guerra ruso-japonesa.
La preparación de los huevos ocupaba todo un año: una vez que se eligía el proyecto, un equipo de artesanos trabajaba en su realización.
Esta tradición continuó hasta la Revolución de Octubre, cuando sus huevos eran ya populares en muchas partes de Europa. Un año antes, en 1916, Fabergé había convertido su joyería en una sociedad por acciones, pero con la victoria de los bolcheviques ésta fue nacionalizada y así huyó a Alemania y luego a Suiza.
Fabergé nunca pudo recuperarse de la revolución rusa, a la que se oponía firmemente, y murió pocos años después, en Lausana, el 24 de septiembre de 1920 a los 74 años.
A partir de 2006, sólo veintiún huevos quedaban todavía en Rusia, en su mayor parte en la exhibición del Museo del arsenal del Kremlin. En febrero de 2004, el empresario ruso Viktor Vekselberg compró nueve huevos previamente propiedad de la editorial norteamericana Forbes, regresándolos a Rusia. Otras colecciones más pequeñas se encuentran en el Museo de Bellas Artes de Virginia, el Museo de Nueva Orleans y otros museos de arte del mundo. Cuatro huevos se encuentran en colecciones privadas. No existen noticias de ocho de los huevos.