Piero della Francesca

Piero della Francesca

Biografía:

El pintor llamado Piero De Benedetto Dei Franceschi, más conocido como Piero Della Francesca, ha nacido en el año 1416, en Salsepolcro, Italia, y sería quien luego se convertiría en un pintor clave del Quattrocento italiano.
El joven ha estudiado, ya decidido por su futura profesión, arte en Florencia, en donde ha desarrollado su carrera, continuando luego en otras ciudades como Roma, Urbino, Ferrara, Rimini y Arezzo. Este artista ha sido quien se ve fuertemente influido  tanto de Masaccio como de Domenico Veneziano.
Su estilo se encuentra marcaso por la solidez y rotundidad de sus figuras, derivadas de Masaccio, y de Domenico ha tomado el gusto por los colores delicados y las escenas bañadas por una luz natural fría y clara, y propio ha sumado un innato sentido del orden y la claridad.
El artista además ha sido quien ha escrito tratados sobre geometría y perspectiva, además de reflejar ambos temas en sus obras, ha concebido la figura humana como un volumen cuya correcta articulación en el espacio es posible gracias a una rigurosa construcción plástica y a una utilización nueva de la luz.
Es quien destaca la inexpresividad y frialdad de los personajes, con figuras que parecen estar muy estáticas, como congeladas y suspensas en sus propios movimientos.
Piero se ha interesado mucho por los problemas del claroscuro y perspectiva, como su contemporaneo Melozzo da Forli.
La luz en sus cuadros es muy diáfana, con un tratamiento uniforme, sin intensidades ni gradación lumínica. Tal es así que sus ensayos en este sentido llegan a dar la sensación de que sus figuras están modeladas en material dotado de luz propia, intima, radiante. Los frescos como la "Leyenda de la Santa Cruz", en el ábside de la Iglesia de San Francisco, en Arezzo, son una obra de arte en luminosidad.
Como característica principal el artista italiano presenta la perspectiva lineal lo que se puede apreciar en todos sus cuadros, que se distinguen básicamente por sus coloridos luminosos y un suave pero firme trazo en las figuras.
Ha realizado numerosas obras importantes como ha sido "El Bautismo de Cristo" de 1440, "La Palla de la Misericordia" de 1445, frescos en el templo Malatestiano de Rimini de 1451, y una capilla en la iglesia de San Francisco de Arezzo de 1452, en donde se ve el ciclo de la devoción de la Vera Cruz.
También se ha destacado por contar con obras fundamentalmente de carácter religioso, básicamente altares y frescos para las iglesias, aunque su sereno y noble díptico del duque de Urbino en el que retrata a Federico de Montefeltro y su mujer Battista Sforza, una de sus pinturas más famosas.
Ciertos aspectos de la pintura de Piero han tenido una significativa importancia en pintores del norte de Italia como Mantegna y Giovanni Bellini, así como también en Rafael, pero su arte ha sido demasiado individual y personal como para influir con fuerza en la gran corriente de arte florentino.
Ha contado con obras que han definido su estilo como las mejores. Tal es el caso de "Madonna del Parto" de 1460, uno de los pocos frescos donde la Virgen aparece con un prominente vientre de nueve meses, cuenta con una escena que tiene relación con el Sueño de Constantino y encarna una novedad en la presentación de las figuras para el pintor. Otra ha sido "El Bautismo de Jesucristo" de 1442, una de las obras tempranas más famosas de della Francesca, la cual representa el momento en que Cristo es bautizado por San Juan Bautista, ubicado a la derecha. La composición se encuentra una destacable alusión a la perspectiva, fundamental en la obra de Piero, ya que las propias figuras conforman el espacio donde se asientan.