Ramon Llull

Lllul nació en 1232 o 1333 y fue criado en la corte real de Mallorca, desarrollando las características de un trovador en su crianza caballeresca. Escribió un manual de caballerosidad, que apareció en una versión en inglés del siglo XV editada por William Caxton, el primer impresor inglés. De la gran población morisca de Mallorca, adquirió un conocimiento del árabe, que utilizó en algunos de sus escritos. Su entorno también despertó en él un interés en el misticismo sufí islámico y el espíritu contemplativo oriental.

Estando ya casado, a la edad de 30 años, Llull experimentó visiones místicas de Cristo en la Cruz, después de lo cual abandonó la vida cortesana y se dedicó a la obra misionera. Influenciado por la espiritualidad pacifista de Francisco de Asís, viajó por el norte de África y Asia Menor intentando convertir a los musulmanes al cristianismo.

Alrededor de 1272, después de otra experiencia mística en el monte Randa de Mallorca, en la que Llull relacionó que el universo entero reflejaba los atributos divinos, concibió la idea de reducir todo conocimiento a principios primarios y determinar su punto convergente de unidad. Tomando prestados ciertos principios del teólogo escolástico del siglo XI Anselmo de Canterbury, escribió su obra principal; que se conoce colectivamente como el Ars magna (1305-08; "El gran arte") e incluye los tratados Arbor scientiae ("El árbol del conocimiento") y Liber de ascensu et descensu intellectus ("El libro del ascenso y descenso del intelecto"). 

Llull intentó colocar la apologética cristiana en el nivel de la discusión racional, principalmente para satisfacer las necesidades de la disputa con los musulmanes. Utilizó la lógica y las técnicas mecánicas complejas (el Ars magna) que implican la notación simbólica y los diagramas combinatorios para relacionar todas las formas de conocimiento, incluidas la teología, la filosofía y las ciencias naturales como análogas entre sí y como manifestaciones de la divinidad en el universo. Así, Llull utilizó métodos lógicos originales en un intento de probar los dogmas de la teología cristiana. Las aplicaciones apologéticas de Ars Magna retrocedieron a un segundo plano después de la muerte de Llull en 1315 o 1316, pero fueron influyentes hasta mucho después del Renacimiento como un sistema universal y compendio de conocimiento.

Llull dedicó su vida a la difusión de su Ars e intentó interesar a gobernantes y papas en sus proyectos. El rey Jaime II de Aragón fue persuadido para establecer una escuela para el estudio de las lenguas orientales en Mallorca para que los Ars pudiran ser difundidos en todo el mundo islámico.

Según la leyenda, Llull fue apedreado en el norte de África en Bejaïa (Bougie) o Túnez y murió mártir en el mar antes de llegar a Mallorca, donde fue enterrado. Los cargos de confundir la fe con la razón condujeron en 1376 a la condena del Papa Gregorio XI de las enseñanzas de Llull. Sin embargo, en el siglo XIX, la iglesia católica mostró más interés y aprobó su veneración. El interés actual se centra en sus escritos místicos, particularmente el Llibre d'amic e amat (El libro del amante y el amado). En la cultura catalana sus novelas alegóricas Blanquerna (hacia 1284) y Félix (c.1288) gozan de gran popularidad.