Remedios Varo

Varo se crió en una familia muy ilustrada. Su padre, un ingeniero hidráulico, le enseñó dibujo técnico cuando era joven. Su trabajo requería de frecuentes viajes, por lo que la familia viajó por toda España y África del Norte antes de establecerse en Madrid en 1917. En Madrid, Remedios asistió a la escuela católica y luego estudió arte en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid; se graduó a mediados de la década de 1930 como profesora de Dibujo. A mitad de 1930, cuando vivía en Barcelona, comenzó a involucrarse en el surrealismo y se unió al grupo de artistas vanguardistas Logicophobista. En 1936 conoció al poeta surrealista Benjamin Péret, con quien huyó de España para París y con quien se casó en 1937. Pronto se vieron inmersos en las actividades del movimiento surrealista parisino; Varo expuso con el grupo y publicó dibujos en publicaciones surrealistas.

A finales de 1941 la pareja huyó de nuevo, esta vez a México para escapar de la Francia ocupada por los nazis. En Ciudad de México se relacionaron con los lugareños, como el escritor Octavio Paz, y otros artistas y escritores exiliados, entre ellos Wolfgang Paalen, Gordon Onslow Ford y Leonora Carrington, quien se convirtió en su amiga más cercana.

Las primeras actividades de Varo en Ciudad de México fueron en arte comercial, diseño de interiores, vestuario y restauración de cerámica precolombina. Comenzó a dedicar su tiempo enteramente a la pintura sólo en 1953, momento en el que se había separado de Péret y estaba románticamente involucrada con el empresario austriaco Walter Gruen, que apoyaba su actividad pictórica. 

En gran medida, sus pinturas están pobladas de seres humanos extraños, dedicados a la actividad mística y alquímica en atmósferas de ensueño. Sus composiciones también incluyen características arquitectónicas que hacen referencia directa al arte medieval y muestran su experto dibujo. Fue admiradora de Hiëronymus Bosch, cuyas misteriosas composiciones sin duda la influenciaron. 

Realizó su primera exposición individual en la Ciudad de México en 1956, que fue muy bien recibida y continuó exhibiendo a partir de entonces. Varo creó la mayor parte de su trabajo en los últimos 10 años de su vida. Murió de un ataque al corazón a los 54 años, el 8 de octubre de 1963, en Ciudad de México.