Ricardo Alegría

Férreo defensor de la cultura de su país natal, Puerto Rico, Ricardo Alegría fue el primer director del Instituto de Cultura puertorriqueña, además del Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y Caribe.

Su padre fue el fundador del Partido Nacionalista. Durante sus estudios de bachillerato fundó el primer consejo de estudiantes del centro y una fraternidad cuyo objetivo era terminar de una vez por todas con los prejuicios raciales que imponían las demás fraternidades. Entre sus muchos títulos cuenta con una maestría en Antropología e Historia sumada a su bachillerato en Antropología, además de un doctorado por Hardvard en la misma especialidad.. También fue certificado en museografía por el Museo de Historia Natural de la ciudad de Chicago.

Firme valedor de la conservación del patrimonio, sus esfuerzos se han trasladado a los sentimientos de los puertorriqueños. Elevó a la categoría de enseñanza la artesanía, la lengua y la importancia de los edificios de la época colonial que aún se conservan en el país.

En el 1955 un profesor de historia norteamericano criticó la creación del Instituto de Cultura Puertorriqueña negando que Puerto Rico tuviera una cultura propia que mereciera la pena ser preservada. Esta crítica desató la polémica y se nombró a Alegría director, bajo cuyo mando se demostró que Puerto Rico si tiene una cultura propia e independiente de otros países. Durante sus años de dirección se abrieron museos y centros culturales en distintos lugares, así como la recuperación de festivales casi olvidados, como muchas de las costumbres que los nativos de Puerto Rico que se habían quedado como simple folclore. En su honor se celebró en el año 2007 la Fiesta Nacional del Idioma Español.

Escribió una gran cantidad de publicaciones relacionadas con la cultura patrimonial, la arqueología y el folclore de Puerto Rico, las cuales han sido publicadas completas o en parte en algunas revistas relacionadas con la arqueología en los Estados Unidos, México y Cuba.

Alegría falleció no hace mucho tiempo por unos problemas cardíacos a la edad de noventa años en un hospital de San Juan de Puerto Rico, y durante cinco días se decretó luto oficial para el país y las banderas ondearon a media asta. Hasta poco antes del hecho continuaba activo realizando proyectos de documentación histórica cuyo objetivo era escribir nuevas obras relacionadas. Grandes personalidades de la sociedad de la isla destacaron su gran labor en pro de Puerto Rico como identidad propia.