Robert Bresson

Los detalles de los primeros años de Bresson son incompletos, aunque se sabe que comenzó a pintar en la escuela secundaria, donde se destacó en idiomas y filosofía; que asistió al Lycée Lakanal à Sceaux de París; y que se casó en 1926. Siguió su carrera como pintor hasta 1933, cuando escribió su primer guión. Al año siguiente dirigió Affaires publiques, un cortometraje satírico. 

Incapaz de financiar por sí mismo una película, escribió guiones para otros directores, incluido René Clair. Se alistó en el ejército al estallar la Segunda Guerra Mundial, fue capturado por los alemanes en 1940 y fue prisionero de guerra durante más de un año. Cuando regresó a París, la industria cinematográfica francesa estaba tan desorganizada que fácilmente encontró trabajo. En 1943 dirigió su primer largometraje, Les Anges du péché.

A medida que avanzaba su carrera, desarrolló un estilo sobrio y minimalista que no era ni tradicional ni nouvelle vague. "Para mí, el cine es combinar imágenes y sonidos de cosas reales en un orden que los hace efectivos", observó. "Lo que desapruebo es fotografiar con ese extraordinario instrumento, la cámara, cosas que no son reales. Los sets y los actores no son reales". 

Al obtener el control creativo completo sobre su trabajo, filmó integramente en las locaciones, utilizando sonidos naturales en lugar de doblaje de postproducción; su única concesión a la artificialidad fue el estallido ocasional de música clásica en la banda sonora. También se negó a trabajar con actores profesionales, prefiriendo aficionados cuyos rostros o voces los hacían adecuados para los roles que estaban desempeñando. Aunque ensayó minuciosamente con sus intérpretes, orquestando incluso el gesto más pequeño o la inflexión del habla, lo que surgió fue tan fresco y espontáneo que avergonzó a muchos de los neorrealistas.

Sus películas fueron francamente austeras, sin un trabajo de cámara elegante, llamativos cortes u otros dispositivos que llamaran la atención. En el guión Un Condamme à mort sest échappé (1956), basado en sus propias experiencias de los tiempos de guerra, su sencillo enfoque se articuló con el título de apertura: "Esta historia realmente sucedió. La he dejado sin adornos". 

Emulando a sus ídolos literarios, Fyodor Dostoyevsky y Georges Bernanos, cuyos trabajos inspiraron su obra maestra de 1950, Le Journal d'un curé de campagne (El diario de un sacerdote rural), Bresson a menudo armaba sus narrativas en forma de diario o historias clínicas. Las historias eran contadas exclusivamente desde el punto de vista del protagonista, revelando solo lo que el personaje central estaba experimentando en este momento. Uno de los ejemplos más exitosos de esta técnica en primera persona fue Au hasard Balthasar (1968), en el que la "persona" era un burro. El propio devoto catolicismo de Bresson también se entretejió en sus obras; varias películas, en particular Pickpocket (1959) y Le Procès de Jeanne d'Arc (1962), concluyeron abruptamente con el personaje principal en silencio y aceptando estoicamente lo inevitable del destino.

Nunca se molestó por la falta de atractivo popular de sus películas ni estaba ansioso por superar a sus contemporáneos, Bresson produjo solo 13 películas durante su carrera de cuatro décadas. Sus películas han ganado docenas de premios de la industria y festivales, y el propio Bresson recibió la Legión de Honor de Francia.