El gran director del cine italiano
Roberto Gastone Zeffiro Rossellini nació en Roma el 8 de mayo de 1906. Interrumpió sus estudios después del bachillerato, para dedicarse a diferentes actividades antes de entrar en el mundo del cine como escenógrafo y editor, y más tarde como guionista y director de documentales.
Se acercó al verdadero cine más tarde, a finales de los años 30, colaborando en el guión de "Luciano Serra Piloto" de Goffredo Alessandrini. Algunos años después, en 1941, dió el salto realizando como director "La Nave Blanca", primer episodio de una "trilogía de guerra" más adelante completada con "El retorno de un piloto"y "El hombre de la cruz", películas que no obtuvieron demasiado éxito.
En 1944-45, mientras Italia seguía dividida por la frontera bélica que avanzaba hacia el norte, realizó lo que se consideró su obra maestra y uno de los máximos trabajos de la cinematografía, "
Roma, ciudad abierta". La película no sólo fue importante por el argumento tratado, el alto grado de tragedia y la eficacia de su estilo, sino también porque marcó el comienzo del llamado neo-realismo. Con esta expresión se quiere hacer hincapié en una obra artística que se caracteriza por elementos tales como el anonimato (los actores no son profesionales), la filmación directa, la falta de "mediación" autoral y por ser una expresión de las voces contemporáneas.
Aunque en retrospectiva, podemos decir que la película fue una obra maestra, en el momento de su estreno fue recibida con frialdad por el público y por la mayoría de los críticos. La revolución de "Roma Ciudad Abierta" se debió, entre otras cosas, como lo ha dicho en repetidas ocasiones el mismo Rossellini, al hecho de que era posible romper "las estructuras industriales del cine de aquellos años," conquistando "la libertad de expresarse sin condiciones".
Después de la experiencia de "Roma ciudad abierta" Roberto Rossellini realizó otras dos películas excepcionales "Paisa" (1946) y "Alemania año cero" (1947), amargas reflexiones de las condiciones en que estaba la Italia golpeada por el avance de la guerra y sobre la crisis de los valores humanos en la Alemania de posguerra.
Después de estos hitos el director trató de encontrar nuevas formas de expresión, sin mucho éxito, como en "
Love", una película en dos episodios protagonizada por
Anna Magnani, y el fracaso de "
La macchina amazza cattivi"; más tarde también realizó dos films poco memorables "
Francisco juglar de Dios" y "
Stromboli, tierra de Dios", ambos centrados, aunque en un sentido diferente, en el tema de la gracia divina. En esta última película inició su colaboración artística con
Ingrid Bergman, con quien también vivió una tormentosa historia sentimental.
Después de un período de crisis artística y personal, caracterizado por un largo viaje a la India, destinado a producir material para una película documental, en 1958 dirigió algunos films formalmente impecables pero no más que correctos, como "
El general della Rovere", "
Era notte a Roma" y "
Viva Italia". "
El general Della Rovere", basado en la novela omónima de
Indro Montanelli y premiado en el cine de Venecia, se referia a los problemas de la Resistencia muy ligados a la primera época de
Rossellini y parecía un signo del deseo de querer embarcarse en una nueva fase, mientras que en realidad marcó la entrada del autor a una producción más "comercial", aunque atenuada por su gran talento y por su creatividad visual.
Pero su gran vena estilística se había agotado. Consciente de este estado de cosas, se dedicó por completo a la dirección de obras de carácter divulgativo y didáctico concebidas para la televisión. Algunos de estos títulos sugerentes nos hacen entender bien la naturaleza de estas películas, que van desde "La Edad de hierro", "Hechos de los Apóstoles" o "Sócrates".
Un notable guiño artístico se produjo con el documental "La toma del poder de Luis XIV", hecho para la televisión francesa y juzgado por los críticos a la altura de sus mejores trabajos.
Finalmente regresó al cine, terminando su carrera con "Anno Uno. Alcide De Gasperi" (1974) y "El Mesías" (1976), dos películas que abordaron temas ya visitados en el pasado, con mucha más fuerza y convicción. Al poco tiempo, el 3 de junio de 1977, Roberto Rossellini murió en Roma.