Las hermanas Rosa y Carolina Agazzi fueron dos pedagogas experimentales italianas, nacidas en la última mitad del siglo XIX.
Después de realizar sus estudios de magisterio comenzaron a enseñar en la ciudad de Nave, en la provincia de Brescia, en 1889-90 en un municipio de bajos recursos.
Por sugerencia de Pietro Pasquali decidieron fundar un jardín de infantes en Mompiano en 1896. El modelo de escuela fue un éxito y sirvió como modelo para la creación de otras escuelas que surgieron con el nombre de Hermanas Agazzi.
Después de la Primera Guerra Mundial ambas hermanas dieron cursos de enseñanza a maestros de Trento, Bolzano y Venezia Giulia.
En 1926 dejaron la enseñanza, cuando en Italia comenzaron a difundirse las guarderías infantiles.
El método educativo de las hermanas Agazzi, junto con el método Montessori, inaugura la era del activismo italiano, una corriente pedagógica nacida a principios del siglo XX , basada en la idea de que en el centro de de aprendizaje se desarrollen experiencias y que el niño no sea un espectador, sino actor en el proceso de formación.
Critica la precocidad de la educación ya que trata de formar a niños y no a escolares. El niño debe crecer en un ambiente familiar que fomente la creatividad y debe tener un diálogo constante con el adulto.
La actividad del niño es el centro del proceso educativo. El entorno en que se desarrollan las actividades del niño debe ser simple y compuesto de materiales que sean parte de la vida cotidiana.
Se da preferencia a las actividades individuales libres a las colectivas, aunque bajo la supervisión del educador. El niño debe tener la libertad de hacer lo que desee, respetando el orden de las cosas, siendo capaz de colaborar con otras personas siguiendo el método de enseñanza recíproca: el niño con más experiencia y conocimiento proporciona información e instrucciones a su compañero menos preparado.
El método intuitivo se convierte en el camino principal de aprendizaje. El maestro actúa indirectamente y respetando la espontaneidad del niño, organiza y ordena ambientes y situaciones. El método intuitivo identifica enseñanza como una manera de fomentar experiencias en las que los niños aprenden directamente y de forma espontánea a través de la acción y la observación.
El jardín de niños debe estar diseñado de tal manera que refleje el entorno habitual del niño, y organizado, en varios aspectos, como una pequeña casa, donde el niño puede realizar actividades domésticas como en su hogar.
El metodo agazziano de enseñanza supone un nuevo papel para el maestro de jardín de infancia: el educador. Un profesional que esté siempre actualizado. Además de la capacidad de amar a los niños deben ser capaces de cultivar las relaciones con optimismo humano, excluyendo actitudes de ansiedad y descontento. Debe poseer un profundo sentido del deber, espíritu de orden y coherencia, y velar por que la vida de la escuela se desarrolle en un ambiente de estabilidad y seguridad.