Tarsila do Amaral

Amaral, a la que simplemente se denomina Tarsila, nació el el 1 de septiembre de 1886 en Capivari (Estado de São Paulo); comenzó a estudiar pintura académica en 1916. En 1920 viajó a París, donde tomó clases en la Académie Julian, volviendo a Brasil justo después de la Semana de Arte Moderna de São Paulo de 1922, un festival de arte moderno, literatura y música que anunció la ruptura de Brasil con el arte académico.

En diciembre de 1922 Tarsila regresó a París, donde estudió con el cubista André Lhote y brevemente con Fernand Léger (cuyo trabajo resultaría influyente en el desarrollo del propio), así como con Albert Gleizes. Fue acompañada en este viaje por el poeta Oswald de Andrade, con quien eventualmente se casaría. En París se basó en la cultura brasileña para su inspiración artística, pintando La mujer negra (1923), un retrato aplanado, estilizado, exagerado de una mujer afro-brasileña desnuda contra un fondo geométrico. Esta pintura marcó el inicio de su síntesis de la estética vanguardista y del tema brasileño.

Regresó a Brasil el siguiente diciembre, seguido por Andrade y el poeta vanguardista francés Blaise Cendrars. Los tres visitaron Río de Janeiro durante el carnaval y pueblos mineros barrocos durante la Semana Santa. Estos viajes inspiraron a Tarsila y Andrade a profundizar en los aspectos característicos de la cultura brasileña. Ese año comenzó su fase Pau-Brasil, llamada así por el manifiesto Pau-Brasil de Andrade, un llamado para un arte y literatura verdaderamente brasileños. Sus pinturas representaban los paisajes y pueblos de Brasil de una manera que reflejaba el acercamiento orgánico de Léger al cubismo. Pinturas como el EFCB (1924) y el Carnaval de Madureira (1924) representan el desarrollo industrial de Brasil y sus tradiciones rurales en composiciones planas en las que los caminos, edificios y figuras se reducen a sus esbozos y formas básicas.

En 1928 Tarsila pintó lo que es quizás su obra más conocida, Abaporú, personaje humano de dibujos animados sentado junto a un cactus bajo un sol ardiente. La pintura inspiró el "Manifiesto antropofágico" de Andrade, que describía la digestión y transformación de la cultura europea en términos de canibalismo. A fines de la década de 1920 y principios de la década de 1930, pintó otras figuras de estilo antropofagita, a menudo ambientadas en paisajes surrealistas, como en Anthropophagia (1929).

Tarsila viajó a la Unión Soviética en 1931. Allí fue profundamente afectada por la pintura realista-socialista y su trabajo en los años treinta y cuarenta expresó un interés más profundo por las cuestiones sociales. Una vez más pintó figuras reconocibles, como en Segunda Clase (1933), una imagen de una familia de la clase obrera delante de un coche de tren. En la década de 1950 la artista brasileña volvió a los paisajes semi-cubistas de su fase Pau-Brasil, un estilo que utilizó hasta el final de su vida.
Falleció en São Paulo, el 17 de enero de 1973.