Tiradentes

José Joaquim da Silva Xavier nació en la pequeña ciudad de Pombal (hoy Tiradentes), en el estado de Minas Gerais, el 12 de noviembre de 1748. Sus padres eran moderadamente acaudalados, aunque no existe mucha evidencia de que haya tenido una educación formal. Trabajaba como comerciante y dentista, también sirvió en la milicia como un oficial de caballería. Tiradentes, su pintoresco apodo, se debe precisamente a su ocupación como dentista. Viajando por las capitanías de Minas Gerais, São Paulo y Río de Janeiro tomo conciencia de los principales problemas que aquejaban a Brasil, a finales del siglo XVIII.

La influencia de las ideas ilustradas de Europa y un creciente descontento económico, impulsaron a algunos intelectuales a conspirar contra el gobierno portugués. La primera de estas conspiraciones importantes se produjo en Minas Gerais a finales del siglo XVIII. Tiradentes asumió un papel de liderazgo en esa conspiración, conocido en la historia de Brasil como la Inconfidência Mineira. Cuando se corrió la voz de que Portugal tenía previsto recaudar impuestos atrasados, los conspiradores redoblaron su actividad en los primeros meses de 1789.

Romántico y realista, los planes nunca avanzaron más allá de la hipotésis. Todos coincidían en que Brasil debía ser independiente, pero más allá de eso, no se ponían de acuerdo. Algunos eran republicanos, otros monárquicos; algunos defendían la abolición de la esclavitud, otros querían mantenerla. Tiradentes, un admirador de la Constitución de Estados Unidos, abogó por una república. 

Mientras discutían, distintos informantes reportaron sus reuniones e intenciones a las autoridades portuguesas. La Corona ordenó la detención de los líderes. Tiradentes fue capturado durante una misión a Río de Janeiro.

La investigación y el juicio se extendieron durante 3 años. Tiradentes sostuvo ante los tribunales que él era el líder de la conspiración y responsable de la misma. El 18 de abril de 1892, el tribunal dictó las sentencias. Sólo una de las sentencias de muerte se llevó a cabo, la de Tiradentes. Considerado "indigno de la misericordia real", fue ahorcado y descuartizado en Río de Janeiro el 21 de abril 1792.

El resultado principal de la brutal ejecución, fue la creación de un mártir de la independencia de Brasil. A partir de entonces, Tiradentes adquirió un lugar más importante en la historia del que sus impracticables planes merecían. Hoy en día, los brasileños lo consideran como su héroe nacional. La trama en sí indica el grado en que muchas de las ideas de la Ilustración habían penetrado en el interior de Brasil para agitar las aguas del descontento económico y político.