Uriel Acosta, cuyo nombre original era
Gabriel da Costa, nació alrededor de 1585 en Oporto, Portugal, y murió en abril de 1640, en Amsterdam. Fue un librepensador racionalista que se convirtió en un ejemplo entre los propios judíos, martirizado por la intolerancia de su propia comunidad religiosa. A veces es citado como precursor del renombrado filósofo Baruch de Spinoza.
Hijo de una familia aristocrática de Marranos (judíos españoles y portugueses convertidos por la fuerza al catolicismo romano), Acosta estudió derecho canónico y se convirtió en tesorero de de la catedral. Perturbado por la convicción de que no había salvación a través de la iglesia católica romana, se volvió hacia el judaísmo del Antiguo Testamento. Después de convertir a su madre y hermanos a sus creencias, él y la familia huyeron a Amsterdam y abrazaron el judaísmo. Después de la circuncisión, tomó a Uriel como su nombre.
Acosta pronto descubrió, sin embargo, que la forma dominante del judaísmo no era bíblica, sino más bien una estructura elaborada basada en la legislación rabínica. Aturdido, formuló 11 tesis (1616) atacando al judaísmo rabínico como no bíblico, por lo que fue excomulgado. Preparó entonces una obra más grande condenando el judaísmo rabínico y negando la inmortalidad del alma (1623-24). Por esta negación, la magistratura de Amsterdam lo arrestó, multó y le privó de sus libros.
De carcater sensible, Acosta no pudo soportar el aislamiento de la excomunión y se retractó. Excomulgado nuevamente después de haber sido acusado de disuadir a los cristianos de convertirse al judaísmo, hizo una retractación pública en 1640 después de sufrir años de ostracismo. Esta humillación destrozó su autoestima y, después de escribir una breve autobiografía, Exemplar Humanae Vitae (1687, "Ejemplo de vida humana"), se suicidó. El Exemplar de Acosta describía la religión revelada como perturbadora de la ley natural y una fuente de odio y superstición. En cambio, defendía una fe basada en la ley y la razón naturales.