Yves Klein

Yves Klein nació en la ciudad de Niza (Francia), el 28 de abril de 1928. Sus padres, Fred Klein y Marie Raymond, también eran pintores. Klein no tenía ningún entrenamiento formal en el arte, pero al ser sus padres artistas, desde muy temprana edad entendió el poder de la imaginación manifestada a través de la idea, la forma y el color en particular. 

A los 20 años comenzó su estudio de los rosacruces, un conjunto de enseñanzas esotéricas espirituales, que jugarían un papel clave en sus creencias místicas en evolución. En 1955, se instaló en París después de una estancia en Londres y viajó a Irlanda, España y Japón. Estando en Japón estudió judo, alcanzando el nivel de cinturón negro  (maestro). Posteriormente, durante varios años, él mismo se convirtió en maestro en esa disciplina.

Durante unos pocos años en París, Klein levó a cabo una extraordinaria gama de trabajos de vanguardia. Rechazó la forma lineal y la nueva concepción como "un valor de impregnación," y el relleno del espacio con "la sensibilidad pictórica inmaterial". Para demostrar esta filosofía, expresada en varios manifiestos, realizó pinturas monocromáticas de pigmento puro, uniformemente dispersado. También exhibió las esponjas que utilizó para hacer las pinturas, como obras de colores vivos en sí mismas. 

Durante este período trabajó principalmente en monocromos de tres colores y oro, que equiparó con material físico transformado en espiritual; rojo, al que llamó "monopink" y equiparó con la materialidad carne y hueso, y azul de ultramar, que representaba el espacio; pero el azul dominaba sus obras, y en 1960 patentó el International Klein Blue, llamado IKB. 

En 1958, como parte de una actuación en directo, Klein coreografió modelos femeninas a las que aplicó pintura en sus cuerpos y luego presionó estos cuerpos pintados sobre lienzo o papel extendidos en la pared y en el suelo. Estas pinturas con "pinceles vivientes", fueron seguidas por su serie Antropometrías, que empleó a los modelos en una variedad de movimientos y dejaban los lienzos con matrices de impresiones gestuales. El 9 de marzo de 1960, Klein llevó a cabo una actuación de 20 minutos de su Sinfoinía Monótona mientras sus modelos "pintaban" nuevas piezas de arte.

Klein también incursionó en otros tipos de arte conceptual. Para The Void (1957) vació la Galerie Iris Clert de París, repintó sus paredes blancas de blanco, y presentó el espacio vacío como una obra de arte. Para Salto al vacío (1960) exhibió una fotografía que muestra el salto del artista, con los brazos extendidos, desde un edificio. Captando al artista suspendida en el espacio, la fotografía parece mostrarlo levitando por su propio poder espiritual. 

Klein murió a los 34 años, pero la variedad de trabajos que produjo en su breve vida y sus muchos manifiestos, hacen de él uno de los artistas conceptuales más innovadores del siglo 20.