Bien recordado es por todos que el 2007 no fue para
Britney Spears el mejor año de su vida, pues tuvo muchos problemas personales que terminaron sobrepasándola, hecho que hizo que terminara internada.
En la historia quedó el momento en que
Spears apareció totalmente rapada, y atacó un coche con un paraguas. Posteriormente, comenzado el 2008, luego de negarse a devolver sus hijos a su ex marido,
Kevin Federline, la princesa del pop entró en una clínica de rehabilitación en la que solo estuvo un par de días internada, y poco tiempo después perdió la custodia de los niños.
Al tiempo se vio obligada a ceder su tutela a su padre, quien pasó a tener el control tanto de la fortuna de la estrella del pop así como también de sus temas legales.
El ex manager de
Britney,
Sam Lufti, confesó en declaraciones recientes que la cantante hizo todo aquello simplemente para "
expresar su independencia y su libertad" y que "
con un poco de suerte tendrá la oportunidad de volverlo a hacer. No hay nada malo con Britney, ella es impresionante".
Cabe destacar que el hombre tiene actualmente prohibido establecer cualquier tipo de contacto con la artista, y a pesar de ésto, el ex manager asegura estar en deuda con ella.