Si bien luego de su fastuosa boda, que tuvo lugar el pasado 20 de agosto,
Kim Kardashian no tenía pensado irse de luna de miel debido a sus compromisos laborales, su esposo, el jugador de básquet
Kris Humphries, se las arregló para encontrar un hueco en la agenda de la joven y sorprenderla con un viaje a la Costa Amalfitana, donde se hospedaron en el chalé Giulietta & Romeo del Hotel Santa Caterina, ubicado a orillas del Mar Tirreno.
En el lugar, -que cotiza nada menos que 2.300 euros la noche- disfrutaron de su propia piscina privada, jacuzzi y toda la privacidad que ofrece el idílico entorno, y la modelo, para demostrar la felicidad que le provoca su nuevo estado civil, no tuvo mejor idea que lucir una bikini personalizada, que en la parte posterior tenía grabado (con cristales) su nuevo nombre: “
Mrs. Humphries”.
Evidentemente, el dinero no es un problema para el joven matrimonio, que según se dijo, tiene pensado escribir a París a la brevedad; pues según se sabe, la morocha y su marido han cobrado más de un millón de euros por la exclusiva de su boda, concedida a la revista
People, mientras que por el anuncio del compromiso se llevaron 211.000 euros y por las imágenes de la despedida de soltera casi 70.600.
Además la modelo, que también se dedica a los negocios, ha lanzado recientemente junto a sus hermanas la
Kardashian Kollection, una línea de ropa de venta en Sears, que cuenta con ajustadísimos vestidos por menos de 100 euros y zapatos de tacón con estampado de leopardo por 55, entre otras cosas, todas ellas al estilo
Kardashian.