Según determinaron los peritos encargados del caso,
Amy Winehouse sufrió una "
muerte accidental" por haber ingerido una cantidad de alcohol 5 veces superior a la permitida para conducir.
La actriz, fallecida el pasado 23 de julio a los 27 años, habría pasado las tres semanas previas al suceso sin beber alcohol, hecho que habría resultado fatídico ya que le provocó una intoxicación que la llevó a la muerte.
La cantante, que fue encontrada sin vida en su departamento, tenía un largo pasado cargado de adicciones a las drogas y al alcohol, y según contó un allegado, Winehouse llegó a gastar 1.600 dólares por día en estupefacientes y bebidas.
Cabe recordar que su deceso provocó una gran conmoción en la gente y miles de personas se acercaron espontáneamente al barrio Camden, donde la diva del soul vivía, para dejar ofrendas florales, dibujos, cigarrillos y hasta copas con alcohol para recordarla.