En la última etapa de su estancia en Estados Unidos, país en el que estuvo viviendo los últimos meses para realizar prácticas militares, el
príncipe Harry no dejó pasar la oportunidad de disfrutar de una noche de fiesta en la ciudad de los casinos.
Aunque intentó pasar desapercibido, en esta ocasión fracasó, ya que el enorme despliegue de seguridad que lo rodeaba levantó todas las sospechas a su entrada en el club Tryst de Las Vegas.
El joven, por supuesto, no iba solo, pues estaba acompañado por cuatro amigos y dos amigas, y como no podía ser de otra forma, aprovechó la noche para ligar con otras chicas.
Incluso, según reveló People, estuvo merodeando a una rubia con la que al final se animó a bailar y con la que, según varios testigos que citó la publicación, “
…bailó muy agarrado a ella y entre los dos no corría el aire…".
Sin embargo cabe destacar que, acorde a la situación, la discoteca le ofreció al grupo de
Harry un reservado en la zona VIP donde se sabe que el joven bebió "
combinados con grosella y tónica".