A pesar de que no ha descuidado sus compromisos profesionales luego de convertirse en madre, en una reciente nota que dio al diario La Vanguardia,
Penélope Cruz admitió que eso no habría sido posible sin la comprensión de la gente con la que trabaja: "
Cuando volví a trabajar tuve la suerte de que era un rodaje muy corto, de tres semanas. Me lo pusieron todo muy fácil, y no me tuve que separar de mi hijo. ¡Si todavía estoy dando el pecho, llevo 13 meses! Por cierto, no hago ninguna dieta basada en proteínas como han escrito mil veces. Nunca dejaría de comer ni seguiría una dieta peligrosa para encajar mejor en un papel", confesó.
Sin embargo, eso no quiere decir que la pareja de
Javier Bardem no se tome en serio sus obligaciones, e incluso, la actriz admite que se considera una privilegiada por trabajar en lo que le gusta, y que la única clave para mantener su puesto "
es trabajar duro": "
No he perdido la perspectiva y siempre he sido consciente de lo afortunada que soy. Lo valoro incluso más ahora que hay personas muy preparadas que lo tienen muy difícil. Me tomo muy en serio mi profesión y me gusta trabajar duro. A nadie le regalan nada y eso significa darlo todo, esforzarse al límite", explicó.
De todas formas, el camino hacia la fama no le ha resultado del todo fácil, y Penélope ha confesado que ha pasado etapas en las que se sentía demasiado sola, en las que incluso adoptaba animales para que le hicieran compañía: "
Es verdad que he recogido muchos gatos por la calle, y cuando no podía tener más los iba regalando al resto del equipo. En los primeros años trabajando en el extranjero había momentos en los que me sentía sola. La amistad y la familia son muy importantes para mí. Mis mejores amigos son los mismos ahora que hace 20 años. Goya Toledo es mi mejor amiga desde que tenía 13", señaló.