Según lo publicado por el diario Bild Zeitung,
Demi Moore viaja con frecuencia a Alemania para asistir a la clínica del especialista Peter Wehling, donde se realiza una novedosa terapia que manipula la sangre del paciente.
Con este tratamiento - última tendencia en la lucha contra el dolor-, se puede combatir la artrosis, el desgaste de las articulaciones y también las arrugas en la piel, y gracias al mismo es que la actriz se encuentra en excelente estado a pesar de sus 50 años.
"
El cuerpo posee proteínas buenas que luchan de manera automática contra las inflamaciones en las articulaciones como sucede con la artrosis. En este tratamiento se extrae la sangre y se filtran esas proteínas protectoras que posteriormente se vuelven a inyectar en el paciente", explicó el propio doctor Wehling en una entrevista con dicho diario alemán y agregó: "
Estas proteínas mantienen en jaque a las 'proteínas destructivas' del paciente. De esta manera, el cuerpo puede protegerse él mismo y regenerarse más fácilmente".
Se supo además que este tratamiento también se aplica en terapias de rejuvenecimiento de la piel, en cuyo caso, se extrae plasma amarillento de la propia sangre y se inyecta en determinadas partes del cuerpo: "
Con estas inyecciones se estimula la regeneración natural de las células de la piel, se activa la producción de colágeno y es bueno para el tejido conjuntivo", concluyó el médico.