Muchas mujeres han muerto y otras siguen padeciendo debido al
cáncer de mama, y a pesar de los muchos exámenes y pruebas que existen para poder darse cuenta a tiempo, son miles quienes se enteran cuando ya es demasiado tarde.
La famosa actriz
Angelina Jolie, estaba enterada que era portadora del
gen BRCA1, lo que la colocaba en la lista con más del 87 % de padecer de cáncer de mama y 50% de tener cáncer de ovario.
Luego de realizarse varios exámenes y estar completamente sana, decidió someterse a una
mastectomía doble, en una operación preventiva que tenía como objetivo, prevenir que en algún momento presente la enfermedad.
En el 2007,
Marcheline Bertrand, madre de la actriz, falleció debido al cáncer de ovario, y la decisión drástica que tomo la actriz, tiene también mucho que ver con ello, ya que quería evitar pasar por lo mismo.
Jolie indicó que la decisión de hacerse una mastectomía no fue para nada fácil, pero que se siente muy orgullosa.
“Ahora puedo decirles a mis hijos que no se tienen que preocupar por perderme por culpa del cáncer de mama. Me tranquiliza saber que no hay nada que les quite el sueño. Sólo pueden ver mis pequeñas cicatrices, pero eso es todo. El resto sigue siendo mamá, tal y como siempre ha sido. Ellos saben que los quiero y que haría cualquier cosa por estar con ellos todo el tiempo que pueda”.
Comentó además al
New York Times, que su proceso comenzó el 2 de febrero con una intervención que se conoce como
conservación del pezón, que erradica la enfermedad de los conductos que se encuentran detrás del pezón. Después de nueve semanas, se terminó el proceso con una reconstrucción de los pechos mediante implantes.
Todo ha sido satisfactorio y ahora Angelina ha reducido el riesgo de desarrollar la enfermedad hasta el 5%.
Los hijos pueden ser una gran motivación para cualquier mujer, y fue justamente por ellos que la exitosa estrella de Hollywood, se sometió a este largo procedimiento.
“Mi madre luchó contra el cáncer casi toda una década hasta que murió a los 56 años. Se mantuvo con vida para conocer al primero de sus nietos, pero mis demás hijos nunca tuvieron la oportunidad de conocerla. Me preguntaron si me podría pasar lo mismo a mí, a lo que siempre les respondí que no debían preocuparse” confesó.
Ahora, después del doloroso, largo y traumático procedimiento, al fin puede dormir tranquila sabiendo que redujo al mínimo las posibilidades de sufrir cáncer.