El segundo bebé de los famosos actores
Penélope Cruz y Javier Bardem, nació el mismo día que el bebé real, el príncipe George Alexander Louis, el pasado lunes 22 de julio. Y si bien el embarazo de la actriz también fue seguido por la prensa,
poco o nada se pudo averiguar ya que como siempre, mantuvieron en secreto todos los detalles acerca del embarazo y del sexo del bebé.
Al igual que hacen muchas otras celebridades, el matrimonio conformado por Bardem y Cruz siempre se ha caracterizado por sellar con
mucho celo, todo lo que tenga que ver con su vida privada y familiar, por ello la noticia sobre la niña que recién tuvieron, fue filtrada a la prensa luego de unas horas de su nacimiento, conociéndose recién, en ese momento, el sexo de la criatura.
Lo que nos deja pensando entonces, que de nada sirvió el contrato de confidencialidad que los intérpretes supuestamente hicieron firmar a todo el personal, que se encargó de atender el segundo parto de la española.
Pues resulta que ahora, y a pesar de su secretismo,
ya se conoce también el nombre que eligieron para su pequeña.
Luego de que el orgulloso padre se acercara al registro civil para certificar la llegada de su nueva hija, fuentes cercanas a la pareja ya informaban a los medios que
el nombre elegido había sido Luna, dejando de lado otras alternativas que se tenían pensadas y que se habían convertido en pronósticos mediáticos como Mónica o Victoria.
Pero la casi obsesión que tienen la prensa y los paparazis por saber más acerca de ellos, tendría mucha relación con
el mal comportamiento que tuvo Bardem hace algún tiempo, semanas después del nacimiento de su primogénito.
Todos recordaremos que cuando la famosa pareja se encontraba en una discoteca de la ciudad de Madrid, solo algunas semanas después del nacimiento de su primer hijo, algunos paparazis se acercaron hasta el actor para
felicitarle por su recién llegada paternidad, pero el oscarizado actor no tuvo una respuesta amable hacia ellos, gritándoles que se vayan a la mier…
Desde ahí ha quedado ese
gran malestar por parte de muchos reporteros y ahora se le suma una actitud de desprecio, que habrían hecho notar ambos intérpretes, al salir a toda prisa del hospital,
ignorando a todos aquellos que estaban apostados a las puertas del centro, desde hacía semanas.
Un reportero informó al diario Libertad Digital, que la pareja solo salió de la clínica
sin querer saber nada de la prensa que les esperaba desde muchos días en las puertas. Indicó además que con un desprecio total ingresaron en una camioneta con los vidrios ahumados.