Las bellas y famosas de Hollywood también han tenido momentos muy vergonzosos en público, sobre todo aquellos que tienen que ver con la moda recibiendo muchas críticas sobre las alfombras rojas.
En realidad no se trata de errores mínimos o que hayan podido pasar desapercibidos ya que
generaron mucha controversia y fueron el hazme reír de todos por sus despistes.
Para empezar, tenemos a
Jennifer Aniston, quien en la preimie de Call me Crazy llegó con unas
extrañas manchas blancas en la espalda. Muchos creen que esta actriz es una fiel seguidora de todos los tratamientos que tengan que ver con la belleza, pero al parecer, en esta oportunidad, olvidó cubrir las manchas con maquillaje.
Otra es
Jennifer Lawrence, la joven actriz de Los Juegos del hambre, quien se convirtió en la reina de las caídas de las alfombras rojas. Puede que parezca una broma, pero la recordada Katniss Everdeen fue la
protagonista de dos tropiezos muy difíciles de olvidar, el primero en los Premios Oscar 2013 y este año nuevamente se resbaló al subir al escenario.
Sabemos que
Kristen Stewart nunca ha sido muy amante de las presentaciones ni de llegar deslumbrante a ninguna entrega de premios o alfombra roja. Parece que después de recibir muchas críticas decidió ser asesorada por un experto en imagen y lucir mucho más arreglada sin embargo, para los Premios de la Academia 2013, recibió miles de críticas por llegar
descuidada, desalineada, con un rostro apagado y hasta con muletas.
Rumer Willis, la hija de
Bruce Willis y
Demi Moore, fue otra de las jóvenes celebridades que tuvo un incidente gracias a su vestuario algo revelador. Rumer decidió lucir en la celebración anual de mujeres de Elle, un atuendo negro que claramente dejaba ver que
no llevaba ropa interior, siendo noticia por varias semanas.
Finalmente, no podemos dejar de mencionar a
Mo’Nique, actriz que demostró no importarle mucho la depilación de sus piernas y llegó hasta los Premios Golden Globe 2010 con un vestido de alta costura que dejaban ver sus extremidades inferiores sin ningún cuidado. Muy sonriente posó para las cámaras, sin vergüenza alguna.