Según se supo recientemente, días atrás
Justin Bieber recibió la visita de un grupo de oficiales de la policía luego de que sus nuevos vecinos en Beverly Hills se quejaran por ruidos y música muy fuerte.
Aparentemente, la policía tocó el timbre a las 11:15 pm por primera vez, pero al no ver ni sentir nada fuera de lo normal, se fueron. Posteriormente, una hora más tarde, debieron volver al apartamento del artista por nuevos reclamos, y en esta ocasion encontraron que el candiense estaba reunido con unas personas en la terraza del edificio, aunque aparentemente solo pasando el rato, sin ruidos molestos.
En esta ocasión, aunque no encontraron violación alguna a las normas de convivencia, decidieron hablar con el cantante, quien posteriormente solicitó a sus invitados que se marcharan y se quedó con un pequeño grupo de diez personas.
Si bien parece ser que Justin ha aprendido algo de sus pasados problemas vecinales, habrá que ver cómo sigue esta historia, ya que bien conocidos son los altibajos en su conducta...