Aunque no parece embarazada de ocho meses,
Kate Middleton ya no piensa en ocultar su barriga, gracias también a las temperatutas más suave, que invitan a prendas más ligeras y colores más claros.
La duquesa, radiante y con una chaqueta de color rosa firmada Alexander McQueen, reapareció en público el 9 de marzo junto a su marido, el PPríncipe William en un importante evento, en honor al Día de la Commonwealth que cae, como es tradicional, el segundo lunes de marzo.
Gran fiesta para la familia real que se presentó casi al completo. Para Kate, sonrisa y aspecto impecable a pesar de los rumores lanzados por algunos tabloides según los cuales, su suegro, el
Principe Carlos estaría molesto por el hecho de que su hijo y su nuera no lo dejarían participar suficientemente en la vida del pequeño
George.
Con los Middleton, sin embargo, todo es completamente diferente. Con ellos el niño pasa mucho tiempo, especialmente en Anmer Hall, la residencia de campo de los padres de Kate. La culpa, sin embargo, no sería de la Duquesa de Cambridge.
De acuerdo con algunos expertos del palacio, William querría apartar a su hijo de la rigidez de la corte, en la que él se crió, para dejarle una infancia más despreocupada.
Mientras tanto, en Westminster, Kate y Charles se saludaron con gestos de afecto. Mientras tanto, en el St.Mary’s Hospital, todo está listo para la llegada del segundo vástago de los duques, que muchos fans de la familia real esperan sea una niña.