Harry James Potter, hijo de
Lily Evans y
James Potter, el "
niño que sobrevivió", el enemigo jurado de
Lord Voldemort, cumple hoy 35 años. Nació 31 de julio 1980, el mismo día en que, en 1965, también nació su creadora
J. K. Rowling.
Cuando lo conocimos en "
Harry Potter y la piedra filosofal",
Harry tenía 11 años, había recibido su carta para Hogwarts y estaba listo para ser aignado a la casa de Gryffindor. Desde entonces, hablamos de 1997,
Harry y quien lo interpretó en todas las películas (el actor británico
Daniel Radcliffe), protagonizaron seis libros más, que se convirtieron en la más lucrativa franquicia de películas de todos los tiempos (más de 7,7 mil millones de ingresos) y sigue siendo uno de las más queridas por el público.
Su historia acompañó a las generaciones de los años 90 y la década de 2000; fue traducida en infinidad de idiomas, incluyendo latín y griego antiguo. Se ha convertido en un verdadero pilar de la literatura para los niños.
Creció con sus lectores, y con él también maduró el estilo literario de Rowling que cambió poco a poco el tono de la historia, transformando lo que era un "cuento infantil" ("La Piedra Filosofal" y "
Harry Potter y la camara secreta", en una historia más adulta y profunda, adecuado para los adolescentes.
Desde "
Harry Potter y el prisionero de Azkaban", la atmósfera de los libros se hace más oscura.
Harry creció y su mundo está poblado de monstruos y asesinos, de terribles recuerdos y remordimientos.
Con "
Harry Potter y el caliz de fuego", hubo otro cambio: la muerte se asomó en Hogwarts y nunca se separó de
Harry. El niño se convirtió en adolescente, y el adolescente se hizo hombre. Después de "El cáliz de fuego", llegó "Harry Potter y la Orden del Fénix", el libro más largo de la serie, luego "Harry Potter y el misterio del príncipe" y, por último, "
Harry Potter y las reliquias de la muerte - Parte 1" y "
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte - Parte II".
Hoy
Harry Potter ya es un adulto, pero está destinado a permanecer por siempre joven en las mentes de sus lectores; es probable que siga siendo pequeño, insignificante, un niño puro huesos vestido con ropas demasiado holgadas, con una cicatriz en forma de rayo en la frente, lentes rotos en la nariz y cabello negro rebelde, imposible de cortar o domesticar. Está destinado a ser siempre un mago: el mago de nuestra infancia.