Dos años después de su separación, el divorcio de
Ben Affleck y
Jennifer Garner parece haberse convertido en una certeza. La pareja estuvo unida durante 10 largos años y tuvo tres hijos, Violeta (10 años), Seraphina Rose (7 años) y Samuel (4 años).
Ben y Jennifer representaban en el emblema de la pareja perfecta, locamente enamorada y lejos de los escándalos mediáticos. Luego, en 2015, como un rayo caído del cielo llegó la noticia de su ruptura, pero ninguno de los dos (ex) cónyuges presionó para oficializarlo.
Sin embargo, según lo informado a
UsWeekly por una fuente cercana a la pareja, ambos actores muy pronto firmarán los documentos de divorcio. Su separación, por lo tanto, es irremediablemente definitiva.
Nunca quedó muy claro por qué el matrimonio había fallado: hubo rumores de una aventura Ben que Jennifer nunca fue capaz de superar - hipótesis que Affleck negó categóricamente - e incluso del hecho de que Jennifer se sentía ofuscada por la constante exposición de su marido, sobre todo en su carrera.
Lo que sí es seguro es que ambos han hecho todo lo posible por salvar su relación, aunque a veces, cuando algo se rompe, es realmente imposible unir los pedazos.