Cannes 70 comenzó la noche del pasado miércoles y ya coronó a su reina.
Nicole Kidman, que se reparte entre tres películas, dos de ellas en competición (
The Beguiled y The Killing of a sacred deer), un pre-estreno
(How to talk to girls at parties de John Cameron Mitchell); y la segunda temporada de la serie de culto (
Top of the lake: China Girl), dirigida por la quien, aún hoy, 24 años más tarde, es la única directora en ganar la Palma de Oro,
Jane Campion.
2017 es también un año clave para redefinir el equilibrio de fuerza entre géneros, en el septuagésimo aniversariode la muestra cinematográfica. Directoras, actrices, productoras, a menudo las tres cosas a la vez o hermanadas por la misma pasión. Como la de
Sofia Coppola y su musa, desde la época de Las vírgenes suicidas, Kristen Dunst, que regresan a la competencia principa lcon
The Beguiled, tal vez con sabor a revancha: en 2006 su
María Antonieta fue abucheada, ahora es venerada como un clásico.
El jurado está presidido por un hombre que ama a las mujeres, Pedro Almodóvar y con presencias femeninas de fuerte personalidad:
Jessica Chastain, M
aren Ade, Agnès Jaoui, Fan Bingbin. Todas ellas actrices, directoras, productoras o guionistas. Y con
Uma Thurman presidiendo la sección
Un Certain Regard.
Mujeres fuertes también en la pantalla. La muestra tuvo su apertura con
Marion Cotillard y
Charlotte Gainsbourg con
Les fantômes d'Ismaël de
Arnaldo Desplechin en una edición que promete bellos personajes femeninos.
Diane Kruger,
Tilda Swinton,
Emmanuelle Seigner,
Eva Green e
Isabelle Huppert, son algunos de los grandes nombres que se verán en las películas en competencia.
Incluso
Kristen Stewart llega para presentar su cortometraje debut como directora,
Come Swim. También
Vanessa Redgrave detrás de la cámara se presenta con
Sea sorrow sobre los niños migrantes.