Hace nueve meses, el día de Navidad de 2016, fallecía
George Michael, uno de los más grandes cantantes del milenio. Su repentina muerte dejó consternados a millones de fans en todo el mundo, pero no sólo: también un perro sufrió terriblemente su prematura partida.
Abby es un hermoso ejemplar de labrador de 10 años de edad, que fue adoptado por Michael desde que era un cachorro: el cantante la crió personalmente y entre ellos se estableció una relación tan fuerte que la misma Abby mostraba un carácter jovial y feliz cuando él estaba en casa.
Abby ya había sufrido mucho en 2015, cuando murió su hermana Meg, otra Labrador de pelo blanco. La muerte de Meg representó un momento de fuerte aflicción para George Michael: las dos perritas siempre fueron sus compañeras de juego y de vida, a las que siempre llevaba con él cuando sus giras mundiales se lo permitían.
George Michael siempre fue muy activo en la lucha contra el tráfico ilícito de cachorros en Internet, junto con otras celebridades del star system británico. El compromiso de Michael dio lugar a medidas más restrictivas y estrictas que contrastan esta práctica, que es legal en los países Europa del Este e Irlanda.
A casi un año de la muerte del cantante británico, Abby está sufriendo mucho y, de acuerdo con los familiares de Michael, ha perdido su vitalidad. De vez en cuando es llevada a los lugares donde sus fans dejan mensajes y flores: Abby olfatea todo y parte buscan su amo, luego se relaja y se echa allí esperando durante mucho tiempo, como si quisiera velar a su difunto y querido amo