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Nunca acosé a mi hija como determinaron dos investigaciones cerradas hace un cuarto de siglo". Es indignada y categórica la respuesta de
Woody Allen a las acusaciones de su hija de crianza
Dylan que habló en la CBS describiendo, en su primera entrevista televisiva, el supuesto abuso en el ático de la casa de su madre en Connecticut.
Los cargos por presunto acoso datan de 1992 y en televisión, Allen dejó en claro que el caso se ha cerrado hace mucho tiempo: "
Cuando me acusaron por primera vez, la Clínica de abuso sexual infantil del Hospital Yale-New Haven y la agencia estatal Nueva York para el Bienestar de la Infancia investigó durante muchos meses y concluyó de forma independiente que no hubo acoso". En la base de estas insinuaciones - según Allen - el resentimiento albergado por
Mia Farrow, la madre de Dylan, durante el divorcio: "
Los investigadores encontraron una niña vulnerable, instruida para contar esta historia por una madre enfadada durante una polémica separación".
En su respuesta a la CBS, Allen negóa el abuso y citó a otro hijo adoptivo,
Moses, que afirmó que la madre "
intentó sin descanso poner en la cabeza de Dylan que el padre era un peligroso depredador sexual. Parece que desafortunadamente funcionó, Dylan realmente cree en lo que dice".
Luego Allen acusó a la familia Farrow de "
explotar cínicamente la oportunidad que ofrece el movimiento #Time's Up para repetir acusaciones desacreditadas: esto no las hace más ciertas". El hijo biológico de Woody y Mia,
Ronan Farrow, es el autor del artículo neoyorquino sobre acoso sexual de
Harvey Weinstein, que ha desatado una epidemia de casos de abuso en el mundo de Hollywood.