El límite entre el éxito y el fracaso es lábil. Y el actor
Nicolas Cage lo aprendió a sus expensas. Según el
Daily Mail, la estrella de Hollywood habría derrochado 150 millones de dólares en siete años, y se encontraría en bancarrota. Hoy, los activos del actor ganador del Oscar rondarían los 25 millones y desde hace un par de años la estrella "
estaría aceptando roles a diestra y siniestra para pagar sus deudas". La primera deuda que debe afrontar es con el fisco estadounidense, al cual Cage aún debe 6.3 millones de dólares de los 14 adeudados. Según el actor, la culpa sería de los profesionales contratados para administrar sus activos quienes, por su parte están de acuerdo en que las dificultades económicas son el resultado de "
una serie de costosas compras y a menudo excéntricas". Tanto es así que el actor se ha convertido en el protagonista de un episodio de la serie "Las vidas secretas de los súper ricos".
Estos son algunos de los gastos más locos del actor. Hasta hace poco, Cage tenía 15 mansiones. Entre ellas una de 25 millones en el paseo marítimo de Newport, California; una propiedad rural de 15.7 millones en Newport (Rhode Island) y una mansión de 8.5 millones en Las Vegas. Aún más, un chalet en Aspen, Colorado, un par de apartamentos en San Francisco, Nueva York y Venice Beach.
Finalmente, en 2006 el actor compró por 3 millones y medio, la infame villa LaLaurie en Nueva Orleans, que según la leyenda estaría embrujada. El actor se hizo construir un mausoleo a medida en Nueva Orleans: una lápida con forma de pirámide de casi tres metros de altura.
Entre otros gastos locos, también la compra de animales para aumentar su colección: 270 mil dólares por dos cobras albinas y 150 mil por un "pulpo doméstico". También un cocodrilo y un tiburón. Cage ganó una subasta por valor de $ 276,000 por una calavera perteneciente a un dinosaurio, el tarbosauro carnívoro, que luego devolvió al gobierno de Mongolia, al que había sido robado hace tiempo.