El pasado sábado tuvo lugar en Londres el famoso desfile
Trooping Colour, en que se conmemora el cumpleaños de la reina
Isabel II, y el cual significó el primer acto oficial para
Meghan Markle, y también su priemera aparición en el balcón del Palacio de Buckingham junto a todos los miembros de la familia real.
Era descontado que las miradas del público estarían sobre la duquesa de Sussex, quien decidió romper con un par de reglas del protocolo: en primer lugar, la esposa del
Príncipe Harry lució un elegante vestido de
Carolina Herrera, en color rosa pálido, con los hombros al descubierto. En este punto, recordemos que a las duquesas se les exige, para ocasiones como esta, llevar trajes con mangas.
En segundo lugar, si bien no faltó el tradicional sombrero, en lugar de llevarlo recogido, como dicta el protocolo, decidió llevarlo suelto...
Claro está que si bien deslumbró como habitualmente con su frescura, la ex protagonista de
Suits dio y seguirá dando que hablar por desafiar abiertamente las reglas de protocolo de la monarquía británica...