Hace más de dos décadas,
Winona Ryder y
Keanu Reeves fueron protagonistas del clásico Drácula, de
Francis Ford Coppola.
En dicho clásico, los actores interpretaban a una joven pareja de enamorados, Mina y Jonathan, quienes en cierto momento de la historia, deciden casarse precipitadamente, y parece ser que la boda ha sido real, pues el famoso director decidió para la escena utilizar un verdadero cura de origen Rumano, por lo que según ha contado la famosa actriz, ellos hicieron la escena mientras que el sacerdote hizo lo suyo, lo que daría que pensar que fueron realmente unidos en matrimonio.
Todo esto sucedió cuando en recientes declaraciones que dio Ryder, y que Reeves escuchó estando a su lado, incrédulo la interrumpió tras su relato: "
Es un placer volverte a ver, pero... ¿Dijimos realmente "Sí quiero?" a lo que su colega, sorprendida porque nunca se hubiera planteado la situación le respondió:
"¿En verdad no lo recuerdas? Era justo San Valentín", frente a lo que el protagonista de
Matrix pareció recordar y concluyó "
Oh Dios, estamos realmente casados".