Famoso por sus trajes, camisa blanca con el cuello más alto y chaqueta negra, sus gafas oscuras y su pelo blanco atado con una coleta. La imagen que
Karl Lagerfeld había elegido para sí mismo lo hacía inmediatamente reconocible, incluso para aquellos que no tenían nada que ver con la moda, un look que lo convirtió en un icono. Hombre carismático, excéntrico, brillante, pero al mismo tiempo riguroso.
Lagerfeld falleció ayer en París a la edad de 85 años, aunque nadie sabe realmente cuántos años tenía.
A partir de los años 80, es decir, desde que lanzó la línea de ropa que lleva su nombre, fue uno de los diseñadores de moda más queridos por las mujeres de todo el mundo.
Kaiser Karl, alemán de nacimiento, pero ciudadano del mundo, tenía el arte en su sangre: "
Diseño como respiro", decía, "
no pides respirar, simplemente lo haces". Karl Lagerfeld lideró tres Maison al mismo tiempo, además de la suya, Chanel, donde permaneció 53 años, y Fendi, dejando una invaluable herencia de belleza y elegancia. Era sastre, estilista, fotógrafo, un hombre de extraordinaria cultura y gran ironía.
Había desertado de las últimos desfiles de Alta Costura en París, había dicho que estaba cansado, enviando en su lugar, a su mano derecha, la directora de su estudio, Virginie Viard. Sesenta años de carrera sin descanso desde que él y su madre violinista asistieron a un desfile de Dior en París. Fue entonces cuando decidió que la moda sería su vida.
Amigo de Yves Saint Laurent, juntos ganaron un importante concurso de moda, en los años 60; se concentró en el desarrollo del pret a porter y luego, revolucionó las pieles, trabajándolas junto con la lana. Fue un volcán de ideas, creatividad en el diseño, no solo de ropa, sino también de accesorios, uniendo su nombre a numerosas marcas, incluso accesibles para todos como H&M ... ¿uno de sus innumerables méritos? Habernos enseñado el amor por la bello.