El pasado viernes por la noche
Selena Gomez apareció sorpresivamente en el escenario de
Coachella junto a
Ozuna y
Cardi B, con quienes interpretó la canción
Taki Taki.
Su llegada fue totalmente inesperada pero sumamente aplaudida, dado que hace no mucho la artista había anunciado que se retiraría por un tiempo de los escenarios para atender sus problemas de salud, tanto físicos como mentales. Es por eso que su actuación marcó uno de los mejores momentos del primer fin de semana del famoso festival, además de porque se trata de una canción que desde su lanzamiento se ha posicionado en los primeros lugares de los rankings de música.
La cantante se mostró muy contenta sobre el escenario, y se espera que volver a verla en el Festival de Cannes 2019, donde abrirá con
The Dead Don't Die, en la que trabajó con Bill Murray y Adam Driver bajo la dirección de Jim Jarush.