En octubre de 2018, se enviaron una serie de paquetes bombas a varias figuras destacadas de la política y el cine estadounidenses. Uno fue dirigido a
Bill Clinton e
Hillary Clinton, otro a
Barack Obama, un tercero a la sede de la CNN y otros a algunos miembros del Partido Demócrata. Unos días después, se identificaron otras tres bombas: dos estaban destinadas al ex vicepresidente de los Estados Unidos,
Joe Biden, y el otro al actor
Robert De Niro.
La bomba dirigida a De Niro llegó a la sede de
Tribeca Productions, la compañía de producción con sede en Nueva York fundada por el actor en 1989.
Todd Phillips, director de la película, dijo que fue el primer día de rodaje del actor, que llevó al FBI al set para comprobar que no había otros dispositivos ocultos.
Phillips admitió que estaba preocupado por el destino de la película, temía que fuera difícil trabajar con De Niro después del incidente, y que el actor estuviera ansioso y paranoico, pero las cosas fueron diferentes. La alerta de bomba no asustó a De Niro ni le impidió hacer su trabajo.
Cuando no se descubrieron objetos peligrosos en el set, Robert De Niro fue a trabajar y usó la máscara de su personaje,
Murray Franklin, un presentador de televisión que conoce a
Arthur Fleck/Joker antes de que se abandone a la locura.
La película, con
Joaquin Phoenix en el rol principal del título, se estrenará en los cines en octubre de 2019 .