El pasado sábado 19 de octubre el tenista
Rafael Nadal se casó con su novia de toda la vida,
Mery Perelló.
Antes de llegar a este día, la pareja tomó exahustivas precauciones para lograr que su boda estuviera alejada de la prensa: no solo eligieron un lugar prácticamente inaccesible (la
Villa Sa Fortalesa, ubicada en Mallorca) sino que impidieron el acceso a los medios y solicitaron a sus invitados no tomar fotos del evento.
Habiendo cumplido con su cometido de lograr total intimidad en su boda, los recién casados dieron a conocer algunas imágenes de su enlace.
Se pudo saber por las mismas que la novia lució un traje de
Rosa Clará, con encaje francés bordado a mano en la parte superior, de escote recto y mangas largas, y una falda de línea evasé de crepe de seda natural, con una ligera cola extraíble y un velo de tul en seda natural. Vale destacar que para la celebración la novia se cambió y lució otro traje de la misma firma.
Por su parte, el deportista llevó un chaqué de
Brunello Cuccinelli hecho a medida, en tonos grises tal como estipula el protocolo de las bodas diurnas.
Respecto a los invitados, estuvieron presentes los reyes
Juan Carlos I y Sofía de Grecia y respecto a las medidas de privacidad, se sabe que los novios dejaron notas a sus invitados en las que se leía: "Os recordamos que nos gustaría que disfrutarais de nuestra boda y que fuera en la más estricta intimidad. Cuando lleguéis encontraréis un casillero para que podáis dejar los móviles. Muchas gracias: María Francisca y Rafael", y por supuesto, todas las empresas proveedoras de la boda y sus empleados debieron firmar contratos de confidencialidad para proteger la boda.
Respecto a su luna de miel, Nadal y Perelló solo tendrán una semana de descanso ya que al tenista le toca volver a las pistas, por lo que antes de la boda tuvieron unas breves vacaciones en Bahamas.