Parece ser que
Alejandro Sanz no está pasando su mejor momento en lo que a materia económica respecta, pues a sus 51 años, el cantante español está pasando por una turbulenta experiencia económica: según ciertos registros financieros tuvo que vender algunas propiedades, entre ellas, una mansión de lujo, y enfrenta dos deudas que suman 10 millones de euros.
Según se pudo saber, el artista perdió una demanda contra su ex representante,
Rosa Lagarrigue, por la que deberá pagarle a la mujer cinco millones de euros, mientras que hay una empresa norteamericana que le reclama a Sanz otros cinco millones de euros.
Adicionalmente se supo que el músico realizó cambios directivos en
Gazul Producciones, empresa que gestiona sus ingresos desde hace más de dos décadas, pues a mediados de enero nombró a
Óscar García Blesa, a cargo de la misma, y se trata de la misma persona que gestiona su representación, Mow Management.
Se supo que en las cuentas de 2016 y 2017 hubo un faltante de al menos 15 millones de euros en Gazul; hecho que Sanz pudo arreglar gracias a una gira, y en 2017 los resultados fueron negativos, con muchas pérdidas económicas, por lo que la empresa de Alejandro debió vender parte de su patrimonio, como fuera el caso de la casa de La Finca y un local con dos plazas de garaje en el norte de Madrid.
Sin embargo, pese a estos problemas, en los últimos tiempos Sanz se ha dejado ver de lo más tranquilo, sin ir más lejos, el pasado mes de noviembre estuvo disfrutando de unas vacaciones en México, y en varias ocasiones, incluso en las paradisíacas playas, fue captado junto a la artista cubana,
Rachel Valdés, con quien se cree que hay una relación, pues incluso fueron vistos juntos en San Diego donde estuvieron acompañados por Manuela, la hija mayor de Sanz.