El personal de la reina
Isabel II se enfureció cuando se les notificó sobre el programa de vacaciones. En cumplimiento de las regulaciones anti-Covid, que son muy estrictas en el palacio, la mayoría de los empleados tendrá que respetar el aislamiento con la soberana, por lo tanto, lejos de sus familiares. "
Esto es demasiado, es demasiado", dijo el gerente de personal.
Cada Navidad, la reina suele pasar las vacaciones de Navidad en la finca de Sandringham, un lugar muy querido por su padre,
Jorge VI. Es un evento especial para ella, ya que es una de las pocas ocasiones en que ve a toda su familia reunida. Este año, sin embargo, parece que la soberana podría verse obligada a pasar las vacaciones en el Castillo de Windsor, su segunda residencia.
Dada la edad de la Reina y la de su compañero de vida, el Príncipe
Felipe de Edimburgo, las medidas anti-Covid vigentes en palacio son muy estrictas. El personal está totalmente en desacuerdo con tales medidas, ya que lo obligaría a pasar todas las vacaciones de Navidad lejos de su familia, en el condado de Norfolk, a más de 150 km de Londres.
Nunca se había oído una rebelión de los empleados de la corona inglesa. Al respecto, fuentes cercanas a la Familia Real aseguran: “
Todo el mundo quiere ser fiel a la Reina, pero sienten que va demasiado lejos. No es justo pedirles que se aíslen de sus familias en Navidad”. Aún no hay nada seguro, sin embargo, aún faltan un par de meses para Navidad, ¡quién sabe quién ganará!