2002: Ray Kasten (Chiwetel Ejiofor) y Jess Cooper (Julia Roberts) son dos investigadores de una unidad de policía dirigida por el fiscal. Cuando reciben una llamada anónima sobre una niña violada y asesinada, se lanzan a la escena. Ray se da cuenta de que se trata de la hija de Jess y el equipo se desmorona debido al dolor.
En 2015, Ray regresa a Los Ángeles, y dice que después de 13 años, ha encontrado una nueva guía de investigación, convenciendo al fiscal de reabrir el caso. Las nuevas pistas los conducen por una línea donde los secretos del pasado salen a la luz a medida que comienzan a descubrir la real y estremecedora verdad. Mientras tanto, Jess, insatisfecha con la ley, decide tomar el asunto en sus propias manos y comienza a rastrear al asesino, sin importar cuan lejos deba llegar.
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